El centro tecnológico NEIKER lidera un consorcio europeo para desarrollar fertilizantes sostenibles a partir de residuos agroalimentarios, contribuyendo a una agricultura más respetuosa con el medio ambiente.

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El centro tecnológico NEIKER, bajo la supervisión del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural y Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, ha emprendido un ambicioso proyecto denominado LANDFEED, que busca revolucionar la producción de fertilizantes de una manera más sostenible.

Este proyecto, el cual cuenta con un presupuesto de aproximadamente 6 millones de euros, se desarrollará durante cuatro años y está diseñado para convertir residuos agroalimentarios en biofertilizantes.

El impacto negativo que generan los fertilizantes químicos está cada vez más presente en el discurso ambiental.

La producción de compuestos minerales, esenciales para la agricultura moderna, es responsable de una significativa huella de carbono debido a la energía requerida para su producción.

En Europa, estos fertilizantes, que contienen principalmente nitrógeno, fósforo y potasio, son utilizados en grandes quantidades, lo que subraya la urgente necesidad de alternativas más limpias y sostenibles.

LANDFEED se establece precisamente como una solución a este desafío, enfatizando la economía circular y la salud del suelo al emplear residuos que de otro modo serían desechados.

Uno de los puntos culminantes del proyecto es el desarrollo de recubrimientos biodegradables, fabricados a base de algas, que se aplicarán a los biofertilizantes.

Estos recubrimientos están diseñados para mejorar la liberación controlada de nutrientes, lo que no solo aumenta la eficacia de los fertilizantes, sino que también ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Miriam Pinto, investigadora de NEIKER y coordinadora del proyecto, explica que el objetivo principal es crear soluciones que no solo sean efectivas, sino que también contribuyan a la biodiversidad y a un entorno más saludable.


Se espera que la validación de diez nuevos biofertilizantes sea realizada a través de ensayos en diversas condiciones climáticas y tipos de suelo en toda Europa.

Estos productos se ofrecerán a precios competitivos, permitiendo a los agricultores europeos disminuir su dependencia de fertilizantes convencionales y adaptarse mejor al cambio climático.

LANDFEED no solo tiene un enfoque ambiental, sino que también busca potenciar las economías rurales creando hasta 150 empleos en regiones como Teruel y Jaén en España, así como en áreas de Francia e Italia.

La producción local de biofertilizantes tendrá un efecto positivo en la autosuficiencia agraria de la Unión Europea, al reducir la dependencia de recursos externos y fomentar un modelo agrícola más sostenible.

El proyecto también se alinea con las metas establecidas en el Green Deal de la Unión Europea y el Acuerdo de París, proponiendo reducir el consumo de agua y energía en la producción de fertilizantes y mejorar la captura de carbono en los suelos agrícolas.

NEIKER se ha unido a 21 socios de siete países para llevar a cabo esta iniciativa.

Entre los colaboradores están instituciones de España, Francia, Italia, Hungría, Grecia, Polonia y Alemania, lo que demuestra la importancia de la colaboración internacional para abordar los retos comunes en la agricultura.

Con un enfoque integral que une la salud de las personas, los animales y el medio ambiente bajo la filosofía de One Health, NEIKER se posiciona en la vanguardia de la innovación en el sector agroalimentario, respondiendo a las necesidades urgentes de sostenibilidad en la producción agrícola europea.