Un análisis sobre las razones detrás del aumento de precios en el mercado de la vivienda en Estados Unidos, destacando la falta de oferta y el aumento en la demanda.
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La pregunta sobre por qué los precios de la vivienda son tan altos se ha vuelto omnipresente en diversas conversaciones a lo largo y ancho de Estados Unidos.
La realidad es que la disponibilidad de viviendas es insuficiente para satisfacer la creciente demanda.
En el ámbito inmobiliario, cada localidad tiene sus propias particularidades que influyen en el precio de las propiedades. Sin embargo, existen factores comunes que han contribuido a lo que muchos consideran una crisis de vivienda a nivel nacional. El factor más crítico es la creciente demanda frente a un déficit de viviendas que se estima en millones.
Según Freddie Mac, una entidad que garantiza hipotecas, el déficit de viviendas en EE. UU. asciende a 3,7 millones de unidades, un número que ha sido corroborado por otras estimaciones que apuntan a un déficit de "varios millones".
Una de las principales razones detrás de esta escasez es la caída de la actividad constructiva tras la crisis financiera de 2008. Durante la burbuja inmobiliaria, se construyeron demasiadas viviendas, lo que resultó en un excedente que, sumado a la contracción del crédito y el aumento del desempleo, paralizó el sector.
Desde entonces, la construcción de nuevas viviendas no ha logrado recuperar el ritmo necesario.
Un informe del Centro Conjunto de Estudios de Vivienda de Harvard reveló que en la década posterior a 2008, por cada 100 nuevos hogares formados, se añadieron aproximadamente 100 unidades de vivienda.
Esto es alarmante si se considera que un mercado de vivienda saludable necesita un margen adicional para reemplazar casas antiguas o en mal estado y para permitir la movilidad de los residentes.
Además, el estudio indicó que la media histórica ha sido de casi 130 nuevas unidades de vivienda por cada 100 hogares formados desde mediados de los años 70.
Ampliación del programa Mi Primera Vivienda en Madrid
La Comunidad de Madrid ha ampliado el programa Mi Primera Vivienda incorporando cuatro nuevas entidades financieras a las tres ya existentes, lo que facilitará a los jóvenes menores de 35 años acceder a la compra de un piso con una hipoteca de hasta el 95% del valor. Descubre más detallesDesde 2001 hasta 2020, la media se redujo a 1,225 millones de viviendas construidas anualmente, lo que resulta en un déficit acumulado de 5,5 millones de unidades.
Pero, ¿por qué no han aumentado los constructores su producción para satisfacer esta demanda? Una de las razones más significativas es la escasez de mano de obra en la industria de la construcción.
En 2024, había aproximadamente un millón menos de trabajadores en oficios de construcción en comparación con 2007. A pesar de la necesidad de más viviendas, los constructores son reacios a emplear a tantos trabajadores como lo hicieron en la última burbuja.
La falta de restricciones de construcción también juega un papel crucial. Muchas ciudades imponen normativas que limitan la construcción de viviendas multifamiliares o exigen un número determinado de espacios de estacionamiento, lo que reduce la cantidad de viviendas disponibles.
Un estudio reciente reveló que, debido a estas restricciones, se podrían haber construido hasta 20 millones de viviendas adicionales.
Por otro lado, la demanda de viviendas está en aumento, impulsada en gran parte por la generación de los millennials, que en 2020 representaban 72,1 millones de personas en el rango de edad de 23 a 38 años, el período ideal para adquirir una vivienda.
En 2023, este grupo compró el 38% de todas las viviendas, destacándose como el mayor segmento de compradores por edad.
En resumen, la combinación de una oferta insuficiente, la escasez de mano de obra en construcción y las restricciones locales ha llevado a que los precios de la vivienda se disparen, afectando la posibilidad de que muchas personas accedan a una vivienda adecuada.
Sin un cambio significativo en estas dinámicas, la crisis de vivienda en EE. UU. podría perdurar.