Supuestamente, Elon Musk ha insinuado que la variante de tres filas del Tesla Model Y, diseñada en China, quizás nunca llegue a producirse en Estados Unidos debido a la evolución de la conducción autónoma y las políticas del mercado. La versión L, con mayor espacio y capacidad, se vende actualmente en China, pero su llegada a EE. UU. no está confirmada, generando incertidumbre en el sector automotriz eléctrico.

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Según presuntamente ha declarado Elon Musk, CEO de la compañía, la variante de tres filas del Model Y, conocida como #Model Y L y producida en la fábrica de #Tesla en Shanghái, posiblemente nunca llegue a Estados Unidos.

La razón, supuestamente, está relacionada con la creciente adopción de vehículos con conducción autónoma avanzada en el mercado estadounidense y los cambios en las políticas regulatorias.

El Model Y L, que en China tiene un precio aproximado de 44.000 euros, cuenta con un mayor espacio interior y un diseño de tres filas de asientos, dirigido principalmente a familias que buscan un vehículo espacioso y eficiente.

La versión fue lanzada en China esta semana y rápidamente llamó la atención por su tamaño y características. Sin embargo, Musk, en una respuesta a un usuario en X (antes Twitter), afirmó que "esta variante del Model Y no comenzará su producción en Estados Unidos hasta finales del próximo año y, presuntamente, podría no llegar nunca".

La declaración, que causó revuelo, se atribuye a la supuesta influencia del avance en la conducción autónoma, que podría hacer obsoletos los vehículos de gran tamaño con múltiples filas.

Históricamente, los SUV de tres filas siempre han sido populares en Estados Unidos, especialmente entre las familias numerosas. La tendencia de los vehículos eléctricos con capacidad similar, sin embargo, ha enfrentado desafíos de rentabilidad y regulación. Supuestamente, las políticas del gobierno en EE. UU., especialmente las modificaciones implementadas por la administración Trump en años anteriores y las nuevas regulaciones, están elevando los costes de producción y dificultando la comercialización de estos modelos.

La estrategia de Tesla, en cambio, parece centrarse en variantes más pequeñas y asequibles, como el Model Y estándar, y en su ambicioso proyecto de vehículos autónomos y robotaxis.

Tesla ha anunciado también que lanzará una versión más económica del Model Y

Tesla ha anunciado también que lanzará una versión más económica del Model Y, con características reducidas, prevista para finales de este año.

Musk ha declarado que será "básicamente un Model Y sin tantas opciones premium". La compañía ha ido desplazando su enfoque en Estados Unidos hacia la movilidad autónoma, con la puesta en marcha de un servicio limitado de robotaxis en Austin en junio y la intención de expandirlo a la mitad de la población estadounidense para fin de año.

Supuestamente, Musk ha mencionado en varias ocasiones que en un futuro dominado por la conducción autónoma, la fabricación de vehículos tradicionales sería "innecesaria".

Se espera que en el próximo año Tesla comience la producción del Cybercab, un robotaxi de dos plazas sin volante ni pedales, diseñado específicamente para la conducción autónoma completa.

El impacto de estas decisiones no solo afecta a Tesla, sino también al mercado global de vehículos eléctricos. La apuesta por vehículos más compactos y con tecnología autónoma podría redefinir los estándares de la industria, desplazando los modelos tradicionales de gran tamaño.

Además, la competencia en China, donde marcas como BYD y Xiaomi están ganando terreno rápidamente, presiona a Tesla a ajustar sus estrategias internacionales.

En conclusión, aunque Tesla continúa innovando y expandiendo sus horizontes tecnológicos, la posible no llegada del Model Y de tres filas a Estados Unidos refleja una tendencia en la que la conducción autónoma y las políticas regulatorias jugarán un papel fundamental en el diseño y la comercialización de futuros vehículos.