Análisis de la situación actual de Rivian, una de las pocas empresas de vehículos eléctricos que aún opera tras la caída del sector, y si es recomendable invertir en sus acciones a precios bajos.
En los últimos cinco años, pocas empresas han logrado sobrevivir a la volatilidad y a las crisis del sector de los vehículos eléctricos (VE). Rivian Automotive (NASDAQ: RIVN), una de las pocas que aún permanece en el mercado, ha atravesado por momentos difíciles pero mantiene una visión ambiciosa para su futuro.
Actualmente, sus acciones cotizan por debajo de los 13 euros (unos 14 dólares), lo que representa una caída superior al 90% desde sus máximos históricos alcanzados en su salida a bolsa en 2021.
Ante estos datos, la pregunta que muchos inversores se hacen es: ¿es buen momento para comprar acciones de Rivian?
Para entender mejor la situación, es importante recordar que Rivian es un fabricante de vehículos eléctricos que, junto a Tesla, ha sido uno de los pocos en mantener presencia en un mercado cada vez más competitivo.
La compañía se especializa en vehículos de aventura y off-road, con su pickup R1 y el SUV R1S, cuyos precios en Estados Unidos oscilan entre 70.000 y 100.000 dólares. En euros, esto equivale aproximadamente a entre 65.000 y 93.000 euros, cifras que las hacen inaccesibles para la mayoría de los consumidores. La entrega de sus vehículos en el último trimestre fue de solo 8.640 unidades, una cifra considerablemente menor a las más de 13.000 unidades entregadas en el mismo período del año anterior.
Esta disminución en las entregas refleja una desaceleración en la demanda de VE en Estados Unidos, y Rivian no es la excepción. Sin embargo, la empresa ha logrado mejorar algunos indicadores financieros clave. En el primer trimestre, su margen bruto alcanzó un positivo del 17%, una cifra sin precedentes para la compañía, resultado de un aumento en los ingresos provenientes de software y servicios, que ascendieron a 318 millones de dólares (unos 290 millones de euros), frente a los 88 millones de dólares (80 millones de euros) del año anterior.
Además, Rivian ha recibido pagos por parte de su joint venture con Volkswagen, lo cual aporta estabilidad a su flujo de caja.
Por otro lado, su flujo de caja libre en los últimos 12 meses fue negativo por 1.8 mil millones de dólares (cerca de 1.6 mil millones de euros), aunque esto representa una mejora respecto a años anteriores. La compañía cuenta con aproximadamente 6.3 mil millones de euros en efectivo en su balance, además de promesas de financiamiento por parte de socios estratégicos como Volkswagen y fondos del gobierno de Estados Unidos, que le ofrecen un horizonte de varios años para continuar operando y buscando la rentabilidad.
Una de las estrategias clave para Rivian en su plan de crecimiento es el lanzamiento de un nuevo modelo más asequible: el R2, un SUV que se espera salga a la venta en 2026.
Este vehículo tendrá un precio estimado entre 40.000 y 45.000 euros, lo que facilitará que un mayor número de consumidores en Estados Unidos puedan acceder a un vehículo Rivian. La producción de este modelo ya está en marcha y se espera que ayude a incrementar las entregas y mejorar la escala de la compañía.
A pesar de que Rivian es todavía considerada una marca de nicho, ya ha logrado posicionarse en mercados clave como California, donde tiene el SUV premium más vendido en su categoría, con un precio superior a los 70.000 dólares (unos 65.000 euros). La calidad de sus productos y la satisfacción de sus clientes han sido puntos fuertes para la marca. Si Rivian logra reducir sus costos, aumentar sus volúmenes de producción y mantener su imagen de marca premium, existe la posibilidad de que en los próximos años vea un incremento en la demanda.
Desde un punto de vista financiero, Rivian genera actualmente unos ingresos anuales de aproximadamente 4.9 mil millones de euros. Si logra ampliar su producción con el nuevo modelo R2 y aumentar sus entregas, podría escalar sus ingresos a 9.8 mil millones, 19.6 mil millones, o incluso más. El mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos supera el millón de unidades vendidas cada año, una cifra que se espera siga creciendo en las próximas décadas.
Con unas expectativas de crecimiento en ingresos y márgenes brutos en ascenso, Rivian tiene el potencial de cambiar su situación financiera y comenzar a generar flujo de caja positivo en el futuro cercano.
Sin embargo, aún enfrenta desafíos significativos: la competencia de fabricantes tradicionales que incrementan su cuota de mercado, la necesidad de elevar sus volúmenes de producción y mantener márgenes adecuados en un sector con costos elevados.
En conclusión, aunque la acción de Rivian se encuentra en niveles muy bajos, no es recomendable apostar por ella en este momento. La compañía aún no ha demostrado que puede alcanzar una producción masiva rentable ni que tiene un plan claro para mejorar su flujo de caja a corto plazo.
La inversión en Rivian puede tener potencial en el largo plazo, pero requiere paciencia y una evaluación cuidadosa de los riesgos asociados. Por ahora, lo más prudente es esperar a una mayor consolidación de sus planes y resultados antes de decidir invertir en sus acciones.