Más de 1,200 empleados de Starbucks en Estados Unidos han iniciado una huelga en protesta por una nueva política de vestimenta impuesta por la compañía, que además ha generado disputas sobre condiciones laborales y negociaciones sindicales. La medida, que busca uniformizar la apariencia del personal, ha provocado un conflicto que refleja tensiones mayores en la cadena de cafeterías más grande del mundo.

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En un movimiento que ha puesto en evidencia las tensiones laborales en una de las cadenas de cafeterías más reconocidas a nivel global, más de 1,200 empleados de Starbucks en Estados Unidos han decidido salir a la calle en forma de huelga para protestar contra una nueva política de vestimenta que la compañía implementó esta semana.

La medida, promovida por Starbucks, busca unificar la apariencia del personal mediante un código de vestimenta que requiere una camiseta negra sólida y pantalones en tonos oscuros, además de resaltar la visibilidad del delantal verde característico de la marca.

El movimiento, coordinado por el sindicato Starbucks Workers United, ha afectado aproximadamente a 100 tiendas en todo el país. Los trabajadores argumentan que esta política distrae la atención de problemas mucho más profundos, como la escasez de personal, las condiciones laborales y los salarios, que han sido foco de negociaciones y controversias en los últimos meses.

La sindicalización de Starbucks ha ido creciendo en Estados Unidos, con más de 580 tiendas en proceso de organización, y la huelga refleja el descontento de los empleados con las decisiones unilaterales de la empresa.

Desde que la política de vestimenta entró en vigor el 12 de mayo, algunos empleados han reportado que no han recibido las camisetas gratuitas prometidas por la compañía, y en algunos casos, se han enviado a casa por no cumplir con el nuevo código.

La sindicalista Jasmine Leli, quien también trabaja como barista en Buffalo, Nueva York, ha declarado que la medida no solo es trivial, sino que además distrae a Starbucks de abordar temas críticos como la seguridad, el pago y la carga laboral.

Leli explicó que la implementación del código sin negociación previa con el sindicato viola los derechos laborales y que la compañía ha priorizado cambios menores en lugar de resolver los problemas que afectan a los trabajadores día a día.

Además, criticó que la empresa no haya entregado a todos los empleados las camisetas gratuitas y que algunos hayan sido sancionados o enviados a casa por no seguir el nuevo reglamento, incluso cuando no tenían acceso a los uniformes adecuados.

Esto, según la sindicalista, genera caos y desorganización en las tiendas.

Por su parte, Starbucks ha defendido la medida argumentando que menos del 1% de sus tiendas en Estados Unidos están participando en la huelga y que la mayoría de sus locales continúan operando normalmente.

La compañía insiste en que el cambio en el código de vestimenta busca mantener la imagen de marca, facilitar la identificación del personal y ofrecer una experiencia más uniforme para los clientes.

En un comunicado, Starbucks afirmó que está enfocada en ofrecer

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