Las nuevas regulaciones en las cuentas de ahorro para la salud (HSA) prometen una revolución en la manera en que los estadounidenses gestionan sus gastos médicos, abriendo la puerta a mayores beneficios fiscales y accesibilidad ampliada, según expertos presuntamente informados.

Sin embargo, presuntamente, en 2025 se implementarán cambios significativos en las regulaciones que aumentarán notablemente su alcance y beneficios. Gracias a nuevas disposiciones en la ley de gastos e impuestos recientemente aprobada por el Congreso, millones de estadounidenses podrán acceder a estos instrumentos con mayores ventajas fiscales y una gama más amplia de planes de seguros.
Supuestamente, esta ley, conocida como la 'Gran Ley de Ahorro en Salud', permitirá que más planes de seguros de #salud bajo la Ley de Cuidado Asequible (ACA) sean elegibles para ser utilizados con HSA.
Entre estos, los planes de nivel bronce y los planes catastróficos serán accesibles para quienes busquen aprovechar estos beneficios a partir de 2026.
Históricamente, estas opciones han sido excluidas debido a su menor cobertura y mayores deducibles, pero los cambios presuntamente eliminan estas restricciones para un grupo más amplio de consumidores.
Se estima que actualmente, alrededor del 30% de los asegurados en planes de la ACA eligieron planes de nivel bronce en el periodo de inscripción 2025, y un número reducido optó por planes catastróficos, generalmente personas menores de 30 años o con exenciones especiales.
Otra novedad importante, supuestamente, es la inclusión de los arreglos de Atención Primaria Directa (DPC), que permiten a los pacientes pagar una tarifa mensual fija (hasta aproximadamente 135 euros para individuos y 270 euros para familias) en lugar de pagar por cada consulta o servicio.
Los pacientes en estos programas podrán financiar sus cuentas #HSA y utilizar estos fondos para cubrir los costes de DPC, que ahora se consideran gastos médicos calificados.
Los planes de alta deducibilidad que ofrecen cobertura de telemedicina sin requisitos de copagos o deducibles también serán elegibles para HSA
Además, los planes de alta deducibilidad que ofrecen cobertura de telemedicina sin requisitos de copagos o deducibles también serán elegibles para HSA, retroactivamente desde el 1 de enero de 2025.
Dado que el uso de telemedicina ha aumentado en los últimos años —supuestamente el 30% de los adultos en EE.UU. usaron telemedicina en 2022—, esta medida amplía las opciones para quienes prefieren gestionar su salud a distancia.
El beneficio principal de las HSA, además de la mayor accesibilidad, es su triple ventaja fiscal: las contribuciones pueden ser deducidas del impuesto sobre la renta, los intereses y rendimientos crecen libres de impuestos, y los retiros para gastos médicos calificados no están gravados.
Presuntamente, esto puede traducirse en ahorros sustanciales a largo plazo, especialmente si las familias mantienen saldos altos y los invierten.
Otra ventaja clave es que, a diferencia de las cuentas de gastos flexibles (FSA), las HSA no tienen límite de uso anual; el dinero se puede transferir de un año a otro y seguir creciendo con inversiones.
Además, a partir de los 65 años, los fondos pueden retirarse por cualquier motivo sin penalización, aunque los usos no médicos estarán sujetos a impuestos.
Supuestamente, muchas empresas incentivarán a sus empleados a unirse a planes con altas deducibles ofreciendo contribuciones libres de impuestos a sus cuentas HSA, una estrategia que ha sido popular en los últimos años para reducir primas y aumentar la participación en estos planes.
En conclusión, estos cambios en las regulaciones de las cuentas de #ahorro para la salud podrían transformar el panorama financiero y sanitario en EE.UU., permitiendo a millones de personas gestionar mejor sus gastos médicos, ahorrar de manera más eficiente y aprovechar al máximo los beneficios fiscales disponibles.
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