Los recortes en el Departamento de Salud de EE.UU. generarán cambios significativos en la atención médica.

Imagen relacionada de impacto recortes salud

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) se encuentra en medio de una reestructuración que implica la eliminación de alrededor de 10,000 empleos, lo que representa aproximadamente un 25% de la fuerza laboral de las agencias de salud federal.

Este drástico cambio busca generar un ahorro anual de 1.8 mil millones de dólares (alrededor de 1.68 mil millones de euros), pero también plantea serias preguntas sobre el futuro de la atención médica en el país.

Las agencias afectadas son cruciales para la supervisión de la atención médica, especialmente para los adultos mayores y las comunidades de bajos ingresos.

Además de controlar el financiamiento y acceso a servicios de salud, estas entidades se encargan de investigar enfermedades infecciosas y amenazas a la salud pública, así como de garantizar la seguridad de medicamentos, alimentos y dispositivos médicos.

Uno de los impactos más inmediatos de estos recortes será en la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que verá reducida su plantilla en 3,500 empleados.

Este anuncio sigue a la reciente confirmación de Marty Makary, un médico de Johns Hopkins, como nuevo comisionado de la FDA, quien ahora tendrá que gestionar las operaciones con un personal reducido.

Aunque se asegura que los recortes no afectarán la aprobación de medicamentos o dispositivos médicos, expertos advierten que la reducción de personal administrativo podría generar demoras en estos procesos vitales.

JP Leider, director del Centro de Sistemas de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, señala que "la reducción de personal podría impactar indirectamente en la capacidad de la FDA para cumplir con sus objetivos".

En cuanto a la seguridad alimentaria, los recortes también podrían obstaculizar la capacidad de la FDA para abordar temas críticos, como el uso de inteligencia artificial en la producción alimentaria o el fortalecimiento de la seguridad de la cadena de suministro de alimentos.

Peter Pitts, excomisionado asociado de la FDA, enfatiza que "los objetivos ambiciosos de mejorar la salud de la población a través de la nutrición requieren más personal, no menos".

En el ámbito de Medicare y Medicaid, el HHS ha anunciado la eliminación de aproximadamente 300 puestos de trabajo. Sin embargo, se asegura que esto no impactará los servicios de salud para los beneficiarios. Aun así, se prevén recortes adicionales que podrían afectar la cobertura de algunos estadounidenses de bajos ingresos. Recientemente, la Cámara de Representantes aprobó una resolución presupuestaria que propone recortes de hasta 880 mil millones de dólares (alrededor de 840 mil millones de euros) en programas de Medicaid, lo que ha generado preocupación entre los defensores de la salud pública.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también sufrirán recortes significativos, eliminando 2,400 puestos. La reestructuración de HHS implica que la Administración para la Preparación y Respuesta Estratégica se trasladará a los CDC, lo cual, según los críticos, podría debilitar la capacidad de respuesta ante emergencias de salud pública.

Por último, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) eliminarán 1,200 empleos, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro de la investigación biomédica en el país.

La reducción de personal podría desincentivar a jóvenes científicos a seguir carreras en este campo, lo que podría afectar la posición de Estados Unidos como líder mundial en investigación y desarrollo.

La reestructuración en el HHS ha sido presentada como una necesidad para mejorar la eficiencia, pero el impacto en la atención médica y en la salud pública podría ser profundo y duradero.

La combinación de recortes de personal y cambios en la forma en que se gestionan los programas de salud genera incertidumbre sobre el futuro de la atención médica en el país.