Un análisis detallado muestra que la reciente reforma fiscal propuesta en EE.UU. favorece principalmente a los contribuyentes de altos ingresos, mientras que las clases más bajas enfrentan pérdidas y recortes en programas sociales.

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La reciente propuesta de ley fiscal en Estados Unidos, conocida como la 'Ley de Grandes y Hermosos Impuestos' de Donald Trump, ha generado un intenso debate sobre quiénes serán los principales beneficiados y perjudicados si finalmente se aprueba.

La ley, que consta de 1,116 páginas, busca transformar el sistema fiscal estadounidense, pero su impacto desigual está claro en los análisis realizados por expertos y organismos independientes.

La ley busca hacer permanentes los recortes fiscales implementados en 2017 durante la primera administración de Trump. Aunque algunos sectores podrían beneficiarse con reducciones de impuestos, otros enfrentan aumentos en ciertos tributos y recortes en programas sociales.

La aprobación del Congreso, prevista para este jueves, podría cambiar la situación económica de millones de estadounidenses, pero los datos preliminares ya muestran que los más acaudalados serán los grandes ganadores.

Un análisis del Centro de Políticas Fiscales, una entidad no partidista, estima que los hogares con altos ingresos podrían recibir una reducción de impuestos promedio de aproximadamente 2,300 euros en 2026.

Más del 70% de estos beneficios se concentrarían en quienes ganan 200,000 dólares anuales o más, lo que equivale a unos 180,000 euros. Los que ingresan más de 1,1 millones de dólares, cerca de 990.000 euros, serían los que recibirían casi una cuarta parte de los recortes totales.

En cuanto a las familias con hijos, la ley propondría incrementar el crédito fiscal por hijos en 400 euros, alcanzando los 2,300 euros hasta 2028. Sin embargo, una nueva exigencia de tener un número de Seguro Social para ambos padres podría dejar fuera a 4.5 millones de niños. Por otro lado, los menores de 8 años recibirían un fondo adicional de 900 euros para que sus padres puedan abrir cuentas de ahorro destinadas a su crecimiento y futuras inversiones.

El sector automotor también se beneficiaría temporalmente, ya que la ley permitiría deducir hasta 8.500 euros en intereses de préstamos para la compra de vehículos fabricados en EE.UU. Además, quienes reciben horas extras y trabajos con propinas no serían gravados con impuestos federales, lo que podría reducir los ingresos del Estado en cerca de 7,200 millones de euros entre 2025 y 2034.

Por otro lado, las clases con ingresos menores a 45.000 euros anuales —que en EE.UU. oscilarían entre 17,000 y 51,000 dólares— serían las más afectadas, perdiendo en promedio unos 650 euros debido a recortes en programas sociales como Medicaid, las ayudas alimentarias y los préstamos estudiantiles.

La reducción en estos beneficios podría dejar a millones sin acceso a la asistencia sanitaria y alimentaria.

El impacto en el gasto federal también sería considerable: se estima que la ley aumentaría el déficit público en aproximadamente 3.300 millones de euros (equivalente a 3.8 billones de dólares) en los próximos ocho años, debido a la disminución en ingresos fiscales y a los cambios en créditos y deducciones.

Asimismo, la ley contempla aumentos en las tasas de solicitudes de inmigrantes legales, imponiendo cuotas de hasta 470 euros por permisos de trabajo y otros cargos por solicitudes de asilo y apelaciones.

Estas medidas podrían desalentar la inmigración legal y limitar el acceso de inmigrantes indocumentados a ciertos servicios sociales, especialmente en estados que financian programas de Medicaid con fondos estatales.

En resumen, aunque la ley busca simplificar y aliviar la carga fiscal para los contribuyentes más ricos, sus efectos sobre las clases medias y bajas parecen ser bastante adversos, con la posibilidad de profundizar la desigualdad social en Estados Unidos.

La historia ha demostrado que estas reformas, si no se acompañan de medidas redistributivas, tienden a beneficiar a unos pocos en detrimento de la mayoría, una tendencia que preocupa a economistas y defensores de políticas sociales en todo el mundo.