Descubre las mejores prácticas para un proceso de onboarding efectivo y evita errores comunes que pueden afectar la integración de nuevos trabajadores. Mejora la experiencia y reduce la rotación con estos consejos clave.

Sin embargo, si no se implementan buenas prácticas en el proceso de incorporación, esa ilusión puede desvanecerse rápidamente. Según un informe elaborado por TalentLMS y BambooHR, más de un tercio de los #empleados siente que no pertenece completamente a la empresa incluso un mes después de su ingreso.
El mismo informe revela que, para el 65% de los empleados, la incorporación representa solo el inicio de un proceso de aprendizaje continuo. Sin embargo, el 39% de ellos expresó dudas sobre su decisión durante esa etapa, lo que indica que una mala experiencia en la integración puede tener consecuencias duraderas.
Jalonni Weaver, una reconocida reclutadora en el sector, afirma: “Deseo que la gente llegue con entusiasmo a la entrevista, y que ese mismo entusiasmo permanezca durante la proceso de onboarding.
Esto suele perderse si la organización no está bien estructurada”. Esto plantea una pregunta clave para los empleadores: ¿Qué diferencia una incorporación exitosa de una deficiente?
Para responder a esta inquietud, se contactó a Weaver, quien compartió sus principales recomendaciones para preparar a los nuevos talentos desde el primer día.
Primero, la comunicación constante desde antes del ingreso es fundamental. Un estudio de BambooHR indica que más de un tercio de los empleados se frustran con procesos de #onboarding largos y poco claros, que los hacen sentir excluidos o aburridos.
Weaver explica que, en su experiencia, recomienda a los responsables que contacten a los candidatos antes del primer día, incluso con una llamada del manager para expresarles la emoción de tenerlos en el equipo.
Esto ayuda a reforzar su valor y a crear un vínculo de confianza.
Otra estrategia efectiva es dedicar un día completo para la incorporación. Este día puede incluir un recorrido por las instalaciones, presentaciones con el equipo y sesiones de shadowing, además de la resolución de dudas y la configuración de accesos y beneficios.
Revisar beneficios y solucionar problemas técnicos demuestra que la empresa está comprometida con el éxito del nuevo empleado desde el inicio”
Weaver señala que “tener un día específico para orientarse, revisar beneficios y solucionar problemas técnicos demuestra que la empresa está comprometida con el éxito del nuevo empleado desde el inicio”.
Asimismo, los empleadores deben realizar seguimientos periódicos después de los primeros días o semanas. Weaver recomienda contactarlos aproximadamente a los 30 días para recoger feedback y resolver posibles inconvenientes. “Los nuevos empleados quieren sentirse respaldados y saber que pueden levantar la mano si tienen dudas”, sostiene.
Por otro lado, es imprescindible ser transparentes respecto a las funciones del puesto. Un proceso de onboarding mal planificado puede comenzar con una descripción inexacta del trabajo, lo que genera desilusión y puede derivar en una rotación temprana.
Weaver indica que comunicar claramente las responsabilidades y expectativas, tanto en la oferta como durante el proceso, ayuda a evitar estos malentendidos.
Finalmente, uno de los errores más comunes es saturar a los nuevos empleados con información en los primeros días y luego abandonarlos a su suerte.
La sobrecarga puede ser contraproducente, ya que la mayoría no retiene todo lo aprendido en ese momento. Weaver recomienda utilizar quizzes o pruebas cortas para evaluar su comprensión y asegurar que realmente hayan interiorizado lo necesario.
En resumen, una incorporación bien diseñada no solo mejora la experiencia del empleado sino que también reduce la rotación y aumenta la productividad.
La clave está en mantener una comunicación fluida, ofrecer un día dedicado para la integración, ser transparentes y acompañar al nuevo talento durante sus primeras semanas.