Un líder religioso advierte que Dollar General podría convertirse en el próximo objetivo de protestas similares a las que enfrentó Target por su postura en temas de diversidad y equidad. La movilización, impulsada por figuras de la comunidad afroamericana, busca presionar a las grandes cadenas de supermercados para que reconsideren sus políticas inclusivas.

En los últimos años, las cadenas de retail en Estados Unidos han sido objeto de movilizaciones y protestas por parte de diferentes comunidades que exigen mayor compromiso con la diversidad y la inclusión.
Recientemente, Dollar General, una de las cadenas de tiendas de descuento más grandes del país, ha sido señalada como el próximo blanco de una campaña de protesta similar a la que enfrentó Target.
El pastor Jamal-Harrison Bryant, reconocido líder de la comunidad afroamericana y defensor de derechos civiles, ha alertado sobre la posibilidad de que Dollar General sea el siguiente en la lista de empresas bajo presión.
Bryant, quien previamente lideró un boicot contra Target, señala que la estrategia de movilización se está expandiendo y que las comunidades activistas están considerando realizar un apagón o 'blackout' indefinido contra la cadena de tiendas.
Este movimiento surge en un contexto donde muchas empresas han sido criticadas por su falta de compromiso visible con políticas inclusivas, especialmente en sectores que atienden a comunidades diversas.
La historia de las protestas en Estados Unidos muestra que las empresas que no adaptan sus políticas pueden enfrentar daños reputacionales y pérdidas económicas significativas.
Por ejemplo, en 2016, la cadena de supermercados Walmart sufrió un boicot por no ofrecer salarios justos y por su poca representación en temas sociales.
Dollar General, fundada en 1939, ha crecido rápidamente en los últimos años, con una presencia significativa en zonas rurales y urbanas de bajos ingresos.
Protestas masivas en Níger respaldando el golpe de estado y denunciando a Francia
Miles de personas marcharon por las calles de la capital de Níger respaldando el golpe de estado y denunciando a Francia, su antigua potencia colonial. Algunos manifestantes también portaban banderas rusas, aunque no está claro el grado de participación de Rusia en las protestas. La agrupación de mercenarios rusos Wagner está operando en el vecino Mali y bajo el mandato de Putin, Rusia ha expandido su influencia en África Occidental. La CEDEAO, bloque económico de África Occidental, ha autorizado el uso de la fuerza si el presidente Mohamed Bazoum no es reinstaurado en una semana. La Unión Africana también ha emitido su propio ultimátum de 15 días a la junta en Níger para restablecer el gobierno democráticamente elegido.La compañía, que en euros equivale a aproximadamente 28 millones, ha sido criticada por su gestión en temas de diversidad, en especial por la falta de representación de minorías en sus cargos directivos.
La comunidad activista argumenta que las políticas de la empresa no reflejan un compromiso genuino con la inclusión y que, en cambio, perpetúan modelos que marginan a ciertos grupos.
El activismo contra Dollar General no solo busca generar presión económica, sino también promover un cambio en la cultura corporativa. Algunos analistas consideran que estas protestas forman parte de un movimiento más amplio en el que consumidores y empleados demandan mayor responsabilidad social por parte de las grandes cadenas de retail.
Mientras tanto, la historia del activismo en Estados Unidos demuestra que las campañas de presión pueden tener efectos duraderos. Desde el boicot a Montgomery en la década de 1950 hasta las protestas recientes por derechos laborales y raciales, las empresas que ignoran estas demandas corren el riesgo de perder la confianza del público.
Por ahora, los líderes de la comunidad y los activistas están coordinando acciones para hacer visible su rechazo y presionar a Dollar General. La cadena, por su parte, aún no ha emitido una respuesta oficial, pero se espera que en los próximos días se pronuncie ante las acusaciones y las acciones de protesta en su contra.
La historia continúa escribiéndose, y el movimiento por la inclusión en el retail parece estar lejos de terminar.