El gobierno de EE. UU. asegura que la nueva ley de impuestos no incrementará el déficit, pero expertos independientes alertan que los beneficios serán mayormente para los altos ingresos y que los más vulnerables podrían perder recursos esenciales.

El gobierno estadounidense ha presentado un nuevo proyecto de ley fiscal que, según las declaraciones oficiales, no aumentará el déficit nacional y beneficiará a toda la población.
La Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que la llamada 'Gran Ley Bonita' no generará un incremento en la deuda pública y que promoverá un crecimiento económico para todos los estadounidenses.
Sin embargo, análisis realizados por organizaciones independientes y expertos en economía advierten que los beneficios de esta ley serán mayormente para las clases altas, dejando a los sectores de menores ingresos en desventaja y enfrentando potenciales pérdidas en servicios esenciales.
Este proyecto de ley, que ha sido apodado como el 'gran, hermoso y único proyecto de ley', busca consolidar y extender las reducciones de impuestos implementadas en 2017 durante la administración Trump.
Entre sus principales medidas, la ley propone mantener las reducciones fiscales, aumentar el crédito por hijos a 2.300 euros anuales hasta 2028 y eliminar impuestos sobre propinas y horas extras. Para financiar estas ventajas, el gobierno planea reducir gastos en programas sociales como la Asistencia Nutricional Suplementaria (anteriormente conocidas como cupones de comida) y Medicaid, que actualmente proporciona cobertura de salud a más de 58 millones de personas de bajos ingresos.
Analistas económicos independientes estiman que esta ley podría incrementar la deuda del país en entre 2.5 y 4.2 billones de euros en la próxima década, una cifra que representa una parte significativa del total de la deuda pública estadounidense, que en 2023 equivalía a aproximadamente 33.8 billones de euros. La agencia de calificación crediticia Moody’s ya ha señalado la preocupación por este aumento en la deuda, después de que rebajó la calificación crediticia del país en mayo.
Las diferencias en los beneficios de la ley son evidentes en los análisis de diferentes instituciones. El Modelo Presupuestario de la Universidad de Pensilvania calcula que los estadounidenses con ingresos superiores a 15.000 euros anuales podrían ver aumentos en sus ingresos netos de hasta 3500 euros en 2026. En contraste, quienes ganan menos de esa cifra podrían experimentar pérdidas cercanas a los 800 euros, principalmente debido a la reducción en beneficios sociales y al aumento de tarifas arancelarias.
La propuesta del Congreso sobre SALT genera controversia en Estados Unidos
La discusión en el Congreso sobre la deducción SALT vuelve a ser un tema central en la política fiscal estadounidense, afectando a millones de contribuyentes en todo el país. ¿Qué implica esta medida para los contribuyentes y la economía? Aquí te contamos los detalles y su historia.Un estudio del Yale Budget Lab señala que los hogares de menores recursos perderían aproximadamente un 4% de su ingreso neto tras los recortes en programas sociales, mientras que los ricos verían un incremento del 2-3%.
Además, el impacto de las tarifas comerciales, que en EE. UU. han incrementado los precios de productos importados en un promedio del 10%, afecta de manera desproporcionada a las familias con menores recursos, quienes destinan una mayor proporción de sus ingresos a bienes básicos.
La economista Martha Gimbel, directora ejecutiva del Yale Budget Lab, describe estas medidas como un 'puñetazo brutal' para las familias de ingresos bajos y medios.
Por otro lado, la Casa Blanca y algunos economistas afirman que la ley estimulará el crecimiento económico y aumentará los salarios, señalando que una familia promedio con dos hijos podría incrementar su ingreso disponible en unos 6.000 euros al año debido a mayores salarios y menores impuestos. Sin embargo, estudios independientes sugieren que estos beneficios no llegarán en igualdad a todos los sectores, y que los efectos positivos serán mayores para los más ricos, quienes ya aportan aproximadamente el 70% de los impuestos federales.
En resumen, aunque la administración estadounidense defiende esta ley como una estrategia para fortalecer la economía, los expertos independientes alertan que las medidas pueden profundizar la desigualdad social y aumentar la carga de la deuda pública, poniendo en riesgo la estabilidad fiscal del país a largo plazo.
La discusión continúa en el Congreso, donde se espera que el proyecto pase por varias etapas de revisión y posibles modificaciones antes de su aprobación definitiva.