La reciente decisión del ex presidente Donald Trump sobre tarifas podría afectar a Nvidia, pero la empresa está bien posicionada para enfrentar estos retos. ¿Cómo impactará esto a los inversores?

La reciente política comercial del ex presidente Donald Trump ha levantado muchas inquietudes en el mundo empresarial, y Nvidia, uno de los gigantes de la tecnología, no es la excepción.
En un contexto donde las empresas están cada vez más enfocadas en la inteligencia artificial, los cambios en las tarifas de importación podrían representar un desafío significativo.
En abril de 2025, Trump anunció un nuevo plan de tarifas que afecta a más de 180 países, con tasas que varían entre el 10% y más del 90%. Dado que muchas empresas estadounidenses dependen de importaciones, las consecuencias de estas tarifas se sienten en diversos sectores, especialmente en la tecnología.
Nvidia, conocido por ser el principal productor de unidades de procesamiento gráfico (GPU), ha sido objeto de análisis por parte de los inversores.
La compañía, que diseña sus chips en California, depende en gran medida de socios internacionales como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company y Samsung para su fabricación.
Esto significa que las tarifas impuestas, especialmente un 32% sobre las importaciones de Taiwán y un 34% sobre las de China, podrían impactar directamente sus costos de producción.
Aunque es cierto que la mayoría de los semiconductores que Nvidia utiliza para sus productos están exentos de estas tarifas, otros componentes como el aluminio y el acero, cruciales para el hardware de sus centros de datos, no lo están.
Con un aumento del 25% en las tarifas sobre estos materiales, un artículo que costaba 1.000 euros ahora podría ascender a 1.250 euros. Esto plantea la pregunta: ¿cómo afectará esto las finanzas de la empresa?
Durante los últimos tres años, Nvidia ha visto un crecimiento considerable en sus ingresos y ganancias, impulsado por la creciente demanda de sus GPUs y chips de IA.
Sin embargo, un aumento en los costos de producción podría reducir sus márgenes de ganancia a corto plazo. Aunque la compañía tiene la opción de traspasar estos costos a sus clientes, esto podría disuadir a aquellos que son más conscientes del precio, especialmente en tiempos de incertidumbre económica.
Para los inversores de Nvidia, la situación es un tanto preocupante, pero también hay razones para mantener la calma. La compañía cuenta con más de 43.000 millones de euros en efectivo y inversiones a corto plazo, lo que le brinda una sólida capacidad financiera para sortear estos desafíos. Además, su socio principal, Taiwan Semiconductor, planea aumentar sus operaciones en EE.UU., lo que podría mitigar el impacto de las tarifas en el futuro.
Mientras que algunos inversores podrían sentirse tentados a vender en medio de la incertidumbre, aquellos que tienen una visión a largo plazo deberían considerar mantener sus acciones.
La inteligencia artificial sigue siendo un sector en crecimiento, y Nvidia está bien posicionada para beneficiarse de esta tendencia. Para los que están preocupados por la volatilidad del mercado, la estrategia de promediar costos podría ser una buena opción. En lugar de intentar cronometrar el mercado, es más prudente invertir de manera constante y enfocarse en el potencial a largo plazo de Nvidia.
En conclusión, aunque las tarifas impuestas por Trump presentan un reto para Nvidia, la empresa tiene las herramientas y la preparación necesarias para salir adelante.
El tiempo dirá cómo se desarrollarán las cosas, pero por ahora, mantener la calma y seguir la estrategia de inversión podría ser la mejor opción para los inversores.