Supuestamente, la aprobación de una nueva ley en Estados Unidos podría reducir en más de 900.000 millones de euros el presupuesto destinado a Medicaid, poniendo en riesgo la cobertura sanitaria de millones de personas. Este recorte histórico, que forma parte de la reciente ley de impuestos y gastos del gobierno estadounidense, podría tener repercusiones globales, incluyendo a España y Europa, dado el papel que juega EE.UU. en la economía mundial y en la política de salud pública.

Se estima que estos recortes podrían equivaler a aproximadamente 900.000 millones de euros, en comparación con el presupuesto previo, que ya era uno de los mayores en la historia del país.
Supuestamente, estos recortes afectarían a millones de estadounidenses que dependen de la cobertura de #Medicaid para acceder a servicios médicos esenciales, desde atención hospitalaria hasta tratamientos especializados.
La ley, que ha sido aprobada en medio de un contexto de cambios fiscales y de gasto público, representa una de las reducciones más severas en la historia del programa, que fue instaurado en 1965 para ofrecer protección a los sectores más vulnerables.
El impacto de estas medidas no solo se limitaría a Estados Unidos. Expertos supuestamente advierten que, dado el peso económico y político de EE.UU., una reducción tan significativa en el gasto en #salud pública podría afectar también a los mercados internacionales, incluyendo a Europa. No en vano, muchas empresas y fondos europeos mantienen inversiones en sectores relacionados con la salud y la tecnología médica estadounidense.
Para comprender la magnitud de la situación, hay que recordar que en 2022, el presupuesto total de Medicaid en #EE.UU. superó los 700.000 millones de dólares, aproximadamente unos 650.000 millones de euros. La propuesta de recorte implicaría una disminución de más del 130%, una cifra que, si se traduce en realidad, podría dejar sin cobertura sanitaria a millones de personas y aumentar la carga sobre los sistemas de salud en otros países.
Estados Unidos siempre ha tenido una relación compleja con su sistema de salud pública
En el contexto histórico, Estados Unidos siempre ha tenido una relación compleja con su sistema de salud pública. Desde la creación de Medicare y Medicaid en la década de 1960, el país ha estado en constante debate sobre la expansión y financiación de estos programas.
La actual ley, supuestamente impulsada por intereses políticos y económicos, busca reducir el gasto en salud pública para favorecer otras áreas del presupuesto, como los impuestos a las corporaciones y a los ricos.
En España y en el resto de Europa, la noticia ha sido recibida con preocupación, ya que se teme que estas medidas puedan tener un efecto dominó, presionando a otros países a recortar sus propios sistemas de protección social.
Además, algunos analistas consideran que estos recortes podrían afectar también a la cooperación internacional en materia de salud y a la lucha contra pandemias y enfermedades infecciosas.
Por otro lado, la ley en cuestión también contempla otros cambios económicos que podrían afectar a la economía global, incluyendo la posible reducción en la inversión en investigación y desarrollo en salud, lo que a largo plazo podría perjudicar los avances en tratamientos y tecnologías médicas.
En definitiva, la aprobación de esta ley en Estados Unidos representa un cambio radical en la política de salud pública del país, con posibles repercusiones que van más allá de sus fronteras.