El Gobierno ha aprobado un Real Decreto que tiene como objetivo adaptar el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para reducir las retenciones y rebajar el impuesto a las rentas bajas y medianas.

Esta medida busca garantizar que los trabajadores que cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no sufran retenciones y acompasar el IRPF a la subida del SMI. El nuevo Reglamento incrementa la reducción por rendimientos del trabajo y eleva los mínimos de tributación de 15.000 a 15.876 euros.

Con estas modificaciones, se estima que 5,2 millones de contribuyentes se beneficiarán de la rebaja del IRPF. Además, se espera que esta medida suponga un ahorro de 1.385 millones de euros para los trabajadores y pensionistas.

A continuación, se presentan algunos ejemplos prácticos para entender el impacto de estas modificaciones en la retención del IRPF.

En el primer ejemplo, un asalariado que cobra el sueldo mínimo de 2024, que son 15.876 euros anuales, no pagará ninguna retención de IRPF. Anteriormente, en 2018, pagaba 1.111 euros y en 2023 pagaba 325 euros.

Con el IRPF del Partido Popular (PP), pagaría 1.111 euros más que en la actualidad.

En otro ejemplo, una asalariada que cobra el sueldo más frecuente de 18.502,54 euros anuales, pagará un 43,55% menos de retenciones en 2024 que si estuviera vigente el IRPF del PP. En 2018, esta contribuyente pagaba 2.000 euros y en 2023 pagaba 1.328 euros.

Un pensionista entre 65 y 75 años con una prestación de jubilación de 1.214 euros al mes, es decir, 17.000 euros anuales, pagará un 62,7% menos de retenciones en 2024 que en 2023 y un 84,6% menos que en 2018. Con el IRPF del PP, pagaría 1.237 euros más que en la actualidad.

Por último, se presenta el caso de una trabajadora casada con dos hijos de 5 y 7 años que gana 20.000 euros anuales.

Esta contribuyente pagará un 27% menos de retenciones en 2024 que si estuviera vigente el IRPF del PP. En 2018, pagaba 1.852 euros y en 2023 pagaba 1.429 euros.

El Gobierno destaca que estas modificaciones forman parte de una política fiscal progresista, que busca reducir el esfuerzo fiscal de las rentas bajas y garantizar una justicia fiscal efectiva.

Entre otras medidas, también se ha aprobado la rebaja del IVA de la luz y de los alimentos, la rebaja del Impuesto de Sociedades para pymes con facturación de hasta un millón de euros, y aumentos del gravamen del IRPF para rentas del capital superiores a 200.000 euros.

Además, se ha establecido el tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades para las multinacionales, se ha implementado el impuesto de solidaridad a las grandes fortunas y se han creado impuestos a las transacciones financieras y a los servicios digitales.

Estas medidas tienen como objetivo paliar los efectos de la crisis, especialmente en los más vulnerables y hacer que paguen más quienes más tienen.