En su quinto aniversario como CEO de Ford, Jim Farley ha presentado sus objetivos para transformar la compañía en los próximos cinco años, incluyendo avances en vehículos eléctricos y tecnología autónoma, en medio de desafíos globales y una competencia feroz.
Durante una reciente participación en un podcast, Farley dejó en claro que su visión para #Ford es ambiciosa y centrada en la innovación tecnológica y la recuperación de la reputación global de la marca.
Supuestamente, Farley afirmó que la compañía está en una fase crucial de transformación, enfrentando una dura competencia con fabricantes chinos y estadounidenses en el mercado de vehículos eléctricos (VE).
Según supuestamente fuentes cercanas, uno de sus objetivos principales es conseguir que los VE de Ford sean rentables en un plazo relativamente corto, una tarea que ha resultado ser un reto, ya que en 2024 la compañía habría reportado pérdidas por aproximadamente 4.2 mil millones de euros en sus operaciones de vehículos eléctricos. Esto, en comparación con las pérdidas del año anterior, que supuestamente alcanzaron los 4.7 mil millones de euros, refleja el arduo trabajo que está realizando Ford para reducir costos y mejorar la eficiencia.
En su visión, Farley pretende que Ford no solo sea un fabricante de autos, sino una compañía tecnológica que ofrece servicios y soluciones digitales integradas en sus vehículos.
Supuestamente, planea lanzar en los próximos dos años una tecnología de conducción autónoma que permita a los conductores tener una experiencia más segura y cómoda, similar a la visión de la historia del automóvil, que democratizó el acceso a la movilidad en el siglo XX.
La estrategia también incluye la creación de negocios complementarios, como servicios de movilidad y plataformas digitales, que generen ingresos adicionales y diversifiquen la fuente de beneficios de la compañía.
Farley compartió que la inspiración para sus metas proviene de la historia de Ford y su fundador
Supuestamente, en una entrevista reciente, Farley compartió que la inspiración para sus metas proviene de la historia de Ford y su fundador, Henry Ford, quien revolucionó la industria con la producción en masa del Modelo T.
En ese sentido, el CEO afirmó que su propósito es hacer de Ford una marca que vuelva a ser respetada y admirada globalmente, sin ceder terreno a los fabricantes chinos, que están invirtiendo masivamente en tecnologías de electrificación y autonomía.
Respecto a los desafíos, Farley reconoció que la compañía aún enfrenta obstáculos significativos, como la escasez de componentes y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que impactan en la producción y en los costos.
Según presuntamente informan analistas del sector, Ford tendría que invertir cerca de 6 mil millones de euros en los próximos años para acelerar su transición tecnológica y mejorar la calidad de sus productos, elementos clave para competir en un mercado cada vez más saturado y exigente.
A pesar de estos desafíos, Farley mantiene una visión optimista y ha señalado que Ford está en un momento de inflexión, con la apertura de nuevas instalaciones y la reorganización de su sede en Dearborn, Michigan, para potenciar la innovación y la colaboración entre equipos.
Además, supuestamente, ha mencionado que la empresa planea reducir sus costos en un 10% en los próximos tres años para aumentar la rentabilidad de sus operaciones.
En conclusión, el liderazgo de Farley está centrado en transformar a Ford en una compañía más ágil, tecnológica y competitiva, con la mira puesta en el futuro eléctrico y autónomo.
