Un estudio reciente ha destapado la presencia de metales pesados y herbicidas en las galletas de las Girl Scouts, llevando a una demanda millonaria en Nueva York.

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La temporada de ventas de galletas de las Girl Scouts ha comenzado, pero no todo es alegría para los amantes de estos populares dulces. Recientemente, un estudio no revisado por pares reveló que las galletas de las Girl Scouts compradas en tres estados de EE. UU. contenían trazas de metales pesados y un herbicida comúnmente utilizado. Este hallazgo ha levantado preocupaciones significativas entre los consumidores, especialmente después de que el popular presentador de pódcast Joe Rogan lo comentara en su programa, llamando a las galletas 'tóxicas'.

La controversia ha escalado aún más con la presentación de una demanda colectiva en un tribunal federal de Nueva York. Esta demanda, que busca al menos 4,5 millones de euros en daños para los compradores de galletas en EE. UU., se basa en los resultados del estudio y exige que el empaque de las galletas se actualice para incluir información sobre la presencia de estas sustancias tóxicas.

El estudio fue realizado por las organizaciones sin fines de lucro Moms Across America y GMOScience, quienes enviaron 25 muestras de 13 tipos diferentes de galletas de Girl Scouts a laboratorios para su análisis.

Los resultados fueron alarmantes: todas las galletas contenían al menos cuatro de cinco metales pesados y tóxicos, incluyendo aluminio, arsénico, cadmio, plomo y mercurio.

En particular, el 96% de las muestras dieron positivo por plomo y el 76% superó los límites recomendados por la EPA para el cadmio.

La demanda fue inicialmente presentada por una mujer de Nueva York, pero fue retirada y ahora los demandantes son dos residentes de Nueva York que alegan que las pruebas realizadas en las galletas que compraron revelaron la presencia de metales pesados y glifosato, un herbicida.

Los abogados de los demandantes no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre el caso.

Aunque las Girl Scouts han afirmado que sus galletas cumplen con todos los estándares de seguridad alimentaria establecidos por la FDA y la EPA, el argumento no ha calmado las preocupaciones de los consumidores.

La FDA establece límites de exposición a contaminantes como el plomo y el arsénico, pero no tiene niveles recomendados específicos para la población general, lo que hace que la situación sea aún más confusa para los padres y cuidadores.

Los metales pesados, como el plomo, pueden tener efectos adversos en el desarrollo cerebral, especialmente en niños pequeños. Además, el glifosato ha sido objeto de debate en la comunidad científica debido a su posible relación con problemas de salud, aunque las agencias de salud dicen que las cantidades encontradas en alimentos son generalmente seguras.

A pesar de la controversia, muchos consumidores siguen comprando galletas de las Girl Scouts. Sin embargo, los expertos en salud recomiendan moderación, especialmente para los niños. Si bien la exposición ocasional puede no ser preocupante, se aconseja limitar el consumo de variedades que han mostrado niveles más altos de contaminantes, como Caramel deLites y Peanut Butter Patties.

En medio de este escándalo, la confianza de los consumidores en la marca podría estar en juego. Las Girl Scouts tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus productos y proporcionar información clara sobre los riesgos potenciales, para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre lo que comen.