Las nuevas tarifas impuestas por Trump sobre el acero y el aluminio podrían tener efectos devastadores sobre la economía estadounidense, elevando la inflación a niveles alarmantes.

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En un movimiento que ha generado gran controversia, el expresidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que impone tarifas del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio.

Esta medida se enmarca dentro de una guerra comercial en curso con varios socios clave, y podría tener repercusiones significativas para la economía de Estados Unidos.

Según un estudio reciente, la aplicación total de estas tarifas podría casi duplicar la inflación en el país, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro económico.

Gary Hufbauer, economista del Instituto Peterson de Economía Internacional, advierte que el impacto podría ser un "shock real" para la economía estadounidense.

Aunque este escenario extremo podría mitigarse, la realidad es que las tarifas tienen el potencial de incrementar notablemente los precios al consumidor, especialmente en un contexto donde ya se están viendo aumentos en los precios.

La administración de Trump ha reconocido que estas tarifas también podrían servir como una táctica de negociación, presionando a otros países para que reduzcan sus propias tarifas sobre las exportaciones estadounidenses.

Un funcionario de la Casa Blanca indicó que se examinarán primero los países con los mayores déficits comerciales con EE. UU.

El impacto de las tarifas no solo se limitaría a los consumidores. Se espera que muchos minoristas y fabricantes absorban parte de estos costos, evitando trasladar el aumento de precios directamente a los consumidores.

Sin embargo, la magnitud de las tarifas, que están diseñadas para igualar los impuestos y subsidios extranjeros, sugiere que los precios al consumidor podrían aumentar de manera significativa.

La propuesta de tarifas recíprocas implica que el gobierno estadounidense impondría tarifas que coincidan con los impuestos y tasas que los socios comerciales aplican a las exportaciones de EE.

UU. Esto es relevante ya que muchos de estos impuestos, como el IVA, son considerablemente más altos que las tarifas. Por ejemplo, la Unión Europea aplica un 10% de tarifa a los automóviles importados, en comparación con el 2.5% que EE. UU. impone a las importaciones de automóviles.

Además, los costos de las tarifas podrían traducirse en un aumento de aproximadamente 2 puntos porcentuales en la inflación a finales de este año, sumando presión a un sistema ya afectado.

La inflación en EE. UU. había alcanzado un máximo de 7.2% en 2022, y aunque ha disminuido, sigue siendo un punto de preocupación para la Reserva Federal.

Las tarifas recíprocas representarían un desafío único para las empresas estadounidenses, ya que complicarían el proceso de importación. Con tarifas que afectarían a miles de productos de casi 200 países, la complejidad de su implementación sería monumental.

A pesar de las preocupaciones, algunos economistas creen que el impacto de estas tarifas no necesariamente limitará el crecimiento económico, ya que podrían ser compensadas por recortes de impuestos liderados por Trump.

Sin embargo, el debate continúa sobre si las tarifas realmente traerán el "gran negocio" que Trump prometió. La incertidumbre se cierne sobre el futuro económico de EE. UU. mientras el país navega por estas nuevas aguas comerciales.

No te pierdas el siguiente vídeo de ¿cómo afectan las tarifas a la economía estadounidense?