Los consumidores están organizando un boicot contra empresas que se están alejando de sus planes de diversidad, equidad e inclusión.

El próximo 28 de febrero, un grupo de consumidores planea llevar a cabo un boicot contra varias empresas que han comenzado a retroceder en sus esfuerzos por promover la diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Esta reacción surge en un contexto en el que se han observado cambios significativos en las políticas de contratación de algunas grandes corporaciones, como Bank of America, que ha decidido eliminar sus objetivos de contratación diversificada en un clima empresarial que ha cambiado bajo la administración del presidente estadounidense Donald Trump.
En un reciente informe anual, Bank of America ha dejado de lado las referencias a sus metas de contratación diversas, así como una regla que obligaba a los gerentes de contratación a considerar un grupo diverso de candidatos.
Estas modificaciones contrastan con las políticas que el banco había establecido en su declaración de poder el año anterior. Un portavoz del banco argumentó que "evaluamos y ajustamos nuestros programas a la luz de nuevas leyes, decisiones judiciales y, más recientemente, órdenes ejecutivas de la nueva administración."
El impacto de la administración Trump ha hecho que varias empresas reconsideren sus posturas sobre la diversidad. Citigroup ha eliminado un requisito que obligaba a contar con una lista diversa de candidatos para entrevistas, y Goldman Sachs ha terminado su política de solo considerar a aquellas compañías que presentan al menos dos miembros diversos en sus juntas directivas.
Brian Moynihan, CEO de Bank of America, afirmó en una conferencia que "siempre hemos sido un banco de oportunidades... tenemos una compañía muy diversa en términos de representación de estratos económicos, todas las razas y etnias". Sin embargo, la eliminación de sus políticas de diversidad ha llevado a muchos a cuestionar el compromiso real de la empresa con la inclusión.
A pesar de estas críticas, el banco promovió a 387 empleados a roles de director general en 2024, de los cuales más de la mitad eran mujeres y personas de color.
Esto refleja un esfuerzo por mantener cierto nivel de diversidad en su fuerza laboral, aunque la eliminación de políticas formales puede socavar estos logros.
El boicot programado ha captado la atención de diversas organizaciones y activistas que abogan por la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo.
Se espera que la movilización de los consumidores tenga un impacto significativo, ya que cada vez más personas están dispuestas a ejercer su poder de compra para presionar a las empresas a cumplir con sus compromisos de DEI.
Históricamente, las iniciativas de diversidad han sido vistas como esenciales para fomentar un ambiente laboral inclusivo y representativo. En años anteriores, muchas empresas han implementado programas destinados a aumentar la representación de grupos subrepresentados. Sin embargo, con el cambio en el clima político y empresarial, algunas de estas iniciativas están siendo desmanteladas o debilitadas, lo que ha llevado a una creciente frustración entre los consumidores y defensores de la diversidad.
A medida que se acerca la fecha del boicot, las empresas deberán reflexionar sobre su compromiso con la diversidad y considerar las consecuencias de sus decisiones en un mercado cada vez más consciente y activista.