El futuro del defensor Joaquín Laso en Independiente se encuentra en el aire debido a una serie de complicaciones, incluyendo un reclamo a la FIFA por una deuda del club.
La situación de Joaquín Laso en el Club Atlético Independiente ha tomado un giro inesperado, dejando entrever un clima de incertidumbre tanto para el jugador como para los aficionados.
Tras el arribo de Julio Vaccari como nuevo entrenador, Laso parecía experimentar un repunte en su rendimiento en la cancha.
Sin embargo, su estatus ha cambiado drásticamente, y cuestiones tanto deportivas como administrativas han comenzado a complicar su permanencia en el equipo.
Recientemente, el defensor fue objeto de críticas por su actuación en un penal que culminó con la eliminación del Rojo en la Copa Argentina a manos de Vélez.
Esta situación no solo lo ha puesto en la mira de los hinchas, quienes exigen más a su equipo en momentos difíciles, sino que también se ha agravado por un reclamo presentado por su representante ante la FIFA. El representante, Fernando Baredes, busca recuperar una deuda del club que asciende a aproximadamente 71 mil euros, correspondiente a comisiones por representación.
Esto sucede justo en medio de una negociación para extender el contrato del jugador que, por el momento, está vigente hasta el 31 de diciembre.
Laso, en una entrevista reciente con TyC Sports, expresó su frustración sobre el tema de la deuda: "No escuché nada.
La deuda no es mía.
El club me debe y todavía no reclamé porque entiendo el momento.
Lo voy a reclamar porque es lo que arreglé cuando vine.
Esto supuestamente es algo que salió automático de un plan de pagos viejo que no se cumplió y al no cumplirse se disparó solo el reclamo, pero es una deuda de mi representante".
Independiente busca mejorar su rendimiento como visitante en la Liga Profesional
El equipo argentino Independiente está trabajando para mejorar su desempeño como visitante en la Liga Profesional. A pesar de haber obtenido una importante victoria ante Huracán en su estadio, el Libertadores de América, el equipo dirigido por Ricardo Zielinski reconoce la necesidad de ganar fuera de casa. Hasta el momento, Independiente ha sumado 14 de los 18 puntos posibles como local, mostrando una gran fortaleza en su cancha. Sin embargo, lejos de su estadio, el equipo no ha logrado victorias desde la primera fecha del torneo. En total, ha disputado 10 partidos como visitante, obteniendo 5 derrotas y 5 empates. Ante esta situación, Zielinski ha destacado la importancia de hacerse fuerte tanto de local como de visitante para poder pelear por el campeonato. El técnico no descarta la posibilidad de cambiar el esquema de juego para el próximo encuentro contra Gimnasia La Plata. Por su parte, los jugadores del equipo también han reconocido la necesidad de mejorar su rendimiento fuera de casa, haciendo especial énfasis en la confianza, la actitud y el apoyo de la afición. Martín Cauteruccio, goleador del equipo, ha señalado que es fundamental replicar lo logrado en su estadio, donde han demostrado concentración y buen juego. En resumen, Independiente busca corregir su desempeño como visitante para mantener su regularidad en la Liga Profesional y seguir peleando por el campeonato.Aparte de esta controversia, la situación se torna más compleja dado que el defensor se encuentra actualmente recuperándose de una lesión que lo dejó fuera de las últimas convocatorias.
En el partido más reciente ante Tigre, Laso fue sustituido tras una fractura en su mano, y lamentablemente, no podrá participar en el próximo encuentro.
La continuidad de su carrera en Independiente podría depender de su capacidad para recuperar la forma física y del interés del cuerpo técnico en incluirlo nuevamente en la alineación.
A lo largo de su carrera, Laso ha sido un jugador constante, comenzando su trayectoria en el Unión de Mar del Plata antes de pasar por clubes como Huracán de Tres Arroyos e Italiano, y finalmente llegar a equipos de mayor renombre en el fútbol argentino, como Argentinos Juniors, Vélez y Rosario Central.
A pesar de la presión de los hinchas y los conflictos internos, él intenta mantener la calma: "Digo lo mismo de siempre: si sumo me quedo.
No voy a estar haciendo lobby: si el técnico que está de turno cree que lo ayudo para que nos vaya mejor, me quedo.
Si no ayudo, me voy".
A medida que se acercan los finales de la competencia, la presión aumenta no solo sobre el propio Laso, sino también sobre la dirección del club y los dirigentes para que tomen decisiones que beneficien al futuro del equipo y sus jugadores.
La hinchada, que históricamente ha tenido altas expectativas sobre el rendimiento del club, continúa observando de cerca, mientras Laso aguarda por un desenlace que podría cambiar el rumbo de su carrera en el equipo de Avellaneda.