Un encuentro disputado en Mendoza terminó en empate, lo que dejó insatisfechos a ambos equipos en sus respectivas luchas.

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El Instituto de Córdoba no logró alcanzar su objetivo en Mendoza, donde había llegado con la firme intención de obtener los tres puntos ante Independiente Rivadavia.

Con esta victoria, aspiraban a acercarse al líder del torneo, Vélez, que actualmente comanda la tabla con 33 puntos.

El encuentro comenzó de manera prometedora para el equipo visitante, ya que en su primera llegada al área consiguió abrir el marcador con un gol de Damián Puebla.

Este anotó tras un potente disparo con su pierna izquierda, luego de que la pelota, tras una serie de rebotes en el área, le cayera a sus pies.

De esta manera, Instituto se puso en ventaja 1-0 en un momento clave del partido.

Sin embargo, la alegría de la 'Gloria' fue efímera, ya que Independiente Rivadavia reaccionó rápidamente.

Solo siete minutos después, Sebastián Villa logró igualar el marcador.

Villa mostró un extraordinario talento al definir después de un contragolpe que dejó desprotegida la defensa de Instituto, marcando así el 1-1. Este gol mantuvo al partido en una balanza equilibrada, a pesar de que el ritmo del juego se tornó un tanto irregular después del primer tiempo.

Durante los siguientes minutos, ambos equipos tuvieron oportunidades, pero sus respectivas defensas y los arqueros lograron contener las embestidas.

El encuentro se tornó más físico a medida que se acercaba su final, lo que resultó en un aumento en el número de faltas y en la aparición de tarjetas amarillas.

En la segunda mitad, las acciones se sucedieron sin que ninguno de los dos lograra concretar sus intentos, lo que supuso una decepción para Instituto, que necesitaba mantenerse en la lucha por los puestos de clasificación para las competiciones internacionales.


Por otro lado, Independiente Rivadavia tampoco celebró su resultado, ya que su objetivo es acumular puntos que le aseguren la permanencia en la categoría de cara a la próxima temporada.

En este contexto, el empate no satisfizo las exigencias de ninguno de los clubes.

Uno de los momentos más polémicos del partido ocurrió antes de media hora de juego, cuando el conjunto local realizó un contragolpe excepcional.

Villa, destacado por su visión de juego, envió un pase preciso a Jorge Sanguina, que fue desestabilizado por el arquero de Instituto, Manuel Roffo.

Aunque el reclamo fue evidente, el árbitro Jorge Baliño no sancionó falta, y el VAR no revisó la jugada, generando molestias entre los jugadores y aficionados presentes.

A medida que se acercaba el final del encuentro, ambos equipos intentaron asegurar al menos un punto, pero la falta de precisión en los últimos tercios del campo se hizo notable.

Así, con más ímpetu que claridad, el partido concluyó sin cambios en el marcador.

Este empate le sirve a Instituto para luchar en la parte alta de la tabla, aunque no le permite alcanzar la zona de clasificación, mientras que a Rivadavia se le complica la situación en su lucha por la salvación.