Nicolás Bianco, mecánico argentino en la Fórmula 1, comparte su visión sobre la pasión de los aficionados, la preparación de los pit stops y su sueño de tener su propio equipo. Además, relata su experiencia viviendo en el circuito de Interlagos y cómo combina su vida familiar con su pasión por el deporte.

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"Parece que estoy en la cancha de Boca o River, con toda la gente gritando y cantando. La gente apoya muchísimo a Franco Colapinto, y eso se nota en cada rincón del circuito," comentó Bianco en una entrevista exclusiva. Desde su llegada a la máxima categoría del automovilismo en 2017, Bianco ha acumulado una vasta experiencia, no solo en la parte técnica, sino también en la gestión y coordinación en los pit stops, que son fundamentales en cada competencia.

Su historia de vida refleja el sueño de muchos argentinos de alcanzar la élite del deporte motor. Con un recorrido que incluye un paso por el World Touring Car Championship (WTCC) antes de desembarcar en la Fórmula 1, Bianco ha tenido que adaptarse a un mundo totalmente diferente, donde la precisión y la coordinación son clave.

Cuando llegó, se encontró con una realidad donde cada segundo cuenta: en promedio, un pit stop en F1 dura alrededor de 2.5 segundos, y cualquier error puede costar posiciones valiosas.

Bianco destaca la importancia de la preparación física y mental, explicando que no solo se trata de resistencia física, sino también de mantener una concentración extrema durante largos períodos en una campaña que puede durar hasta 240 días al año en el extranjero.

"Trabajo mucho con la misma gente, con quienes comparto la jornada. La coordinación entre todos es esencial; si alguien está cruzado, todo el equipo se puede caer," explica. La comunicación y la empatía dentro del equipo son pilares que Bianco valora profundamente, ya que en la Fórmula 1, más allá de la tecnología, es el trabajo en equipo lo que marca la diferencia.

Uno de los aspectos que más destaca es cómo la experiencia adquirida en la fábrica y en las carreras le permite afrontar con mayor seguridad esas paradas rápidas que parecen mágicas para los espectadores.

Históricamente, los mecánicos argentinos han tenido una presencia destacada en la categoría reina del automovilismo, desde los tiempos de Juan Manuel Fangio hasta nuestros días, y Bianco siente que forma parte de esa tradición de talento y esfuerzo.

Con su proyección de futuro, el mecánico no descarta la posibilidad de crear su propio equipo de Fórmula 4 en Italia, un paso que considera importante para seguir creciendo y aportar desde la base al deporte.

Sabiendo que en la Fórmula 1

Reconoce que, por ahora, el objetivo principal es seguir perfeccionando su técnica y experiencia, sabiendo que en la Fórmula 1, cada detalle cuenta.

En su vida personal, Bianco también hace hincapié en la importancia de su familia. Desde que fue papá hace más de un año, sus prioridades han cambiado, y ahora valora mucho más los momentos en casa. "Vino a Bakú y a Países Bajos, y aunque es difícil estar separado, el apoyo del equipo y de mi pareja hace más llevadero este ritmo de viaje," afirma.

Su historia refleja el esfuerzo y dedicación que requieren estos profesionales, que dejan mucho más que solo su trabajo en cada carrera.