El gobierno de Cataluña busca extender la concesión de agua de las centrales hidroeléctricas reversibles, pasando de 25 a 50 años, para promover el almacenamiento de energía y mejorar la estabilidad del sistema eléctrico regional.

En Cataluña, se implementa un sistema innovador en el ámbito de la generación eléctrica mediante centrales hidroeléctricas reversibles, también conocidas como de bombeo.
Estas instalaciones utilizan un circuito de agua que circula entre dos embalses, uno ubicado en la parte superior y otro en la inferior. Durante las horas diurnas, cuando la generación de #energía #renovable por fuentes como la solar o el viento es abundante, estas centrales aprovechan esa sobreproducción para bombear agua hacia el embalse superior.
Con esta estrategia, el agua queda almacenada, funcionando como una forma de reserva energética que puede ser utilizada en momentos de mayor demanda.
Este método de almacenamiento, conocido como bombeo reversible, ha sido una pieza clave en la integración de energías renovables en el sistema eléctrico catalán.
Cuando la demanda aumenta, habitualmente en horas de la tarde y noche, las aguas almacenadas se dejan caer a través de turbinas para generar electricidad, ayudando a equilibrar la red y garantizar un suministro estable.
La tecnología de bombeo reversible no es nueva; sin embargo, en #Cataluña se ha consolidado como una estrategia efectiva para complementar la generación de energía fotovoltaica y eólica.
Estas centrales permiten almacenar energía en momentos de producción sobrante y liberarla cuando la demanda crece, estabilizando así el mercado eléctrico regional.
Actualmente, en Cataluña están operativas dos centrales hidroeléctricas reversibles: Estany Gento-Sallente, ubicada en Pallars Jussà, y Montamara, en Pallars Sobirà.
Además, hay una tercera central, Moralets-Baserca, situada en la vecina comunidad de Aragón, que participa en la gestión del sistema eléctrico catalán.
En la región, también se ha iniciado el trámite para otorgar concesiones de agua para una futura central reversible en el río Llobregat. Este proyecto utilizaría como embalse inferior el existente en la central de Balsa de Baells y construiría una nueva balsa superior, con el objetivo de aumentar la capacidad de almacenamiento y generación de energía limpia.
Una de las novedades recientes en la política energética de Cataluña es la propuesta de ampliar el período de concesión de agua para estas instalaciones.
Hasta ahora, la concesión otorgada para las centrales reversibles era de 25 años. La propuesta contempla incrementar este plazo a 50 años, pudiendo, en casos excepcionales, extenderse hasta 75 años. Esta medida busca fomentar la inversión en nuevas instalaciones y garantizar la continuidad del sistema de almacenamiento energético basado en bombeo reversible.
El aumento en la duración de las concesiones es visto como una oportunidad para potenciar la capacidad de generación de energía renovable en Cataluña, fortaleciendo su compromiso con una matriz energética más sostenible.
La región, pionera en energías renovables en España, busca consolidar su liderazgo en este campo, contribuyendo al objetivo europeo de carbono neutralidad para 2050.
Por otro lado, la inversión en nuevas centrales y la ampliación de las existentes también puede generar beneficios económicos y de empleo en las regiones afectadas, fomentando así un desarrollo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
La apuesta por la energía #hidroeléctrica reversible se enmarca en una estrategia integral para mejorar la eficiencia del sistema eléctrico y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con las metas europeas de lucha contra el cambio climático.