El nuevo Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Cabo de Creus está a un paso de ser aprobado, con el objetivo de regular los usos y fomentar la conservación de la biodiversidad en más de 3.000 hectáreas.
Cataluña se encuentra en la fase final de aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de Cabo de Creus, un espacio protegido que abarca más de 3.000 hectáreas de riqueza biológica y paisajística.
Este nuevo plan podría ser efectivo a partir del próximo año, tras su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), poniendo en marcha un proceso de información pública que permitirá a los ciudadanos conocer y opinar sobre las regulaciones propuestas.
El PRUG tiene una duración de cuatro años y tiene como propósito establecer pautas claras para la regulación de diferentes actividades, incluyendo usos profesionales, deportivos, recreativos, educativos y científicos que se desarrollan en el ámbito marino del parque.
Estas regulaciones son especialmente relevantes para las tres reservas naturales parciales que se encuentran en la zona, buscando proteger la biodiversidad y el ecosistema marino.
Entre las principales disposiciones que se incluirán en el documento se encuentra la regulación sobre la velocidad máxima de navegación en las aguas del parque, así como las normas para las excursiones organizadas en kayak y para las actividades de buceo.
Solo aquellas empresas que cuenten con la debida autorización podrán ofrecer estos servicios, garantizando así un manejo responsable de los recursos naturales.
El PRUG también prohíbe la realización de fiestas en embarcaciones y establece restricciones sobre el uso de motos de agua, permitiendo su uso exclusivo para las actividades relacionadas con el salvamento marítimo y en situaciones específicas, como visitas guiadas por empresas autorizadas y los vecinos de ciertas localidades cercanas, donde se permite un máximo de cuatro personas por embarcación.
Además, se permitirá el fondeo libre para embarcaciones de menor eslora en áreas permitidas, aunque en las reservas naturales no se autorizarán el amarre a boyas ni el fondeo nocturno.
Otra de las normativas incluidas en el PRUG es la restricción del amarre en las rocas mediante el uso de elementos metálicos, particularmente en la franja marítima ubicada entre Cala Prona y la Punta de Farallons.
En el ámbito de la pesca, la normativa propone la creación de un permiso especial para pescadores recreativos, que deberán reportar las capturas obtenidas durante sus jornadas de pesca.
Para la pesca profesional, se establecerá un censo para las embarcaciones que estén autorizadas a operar en el área.
Históricamente, el Parque Natural de Cabo de Creus ha sido un punto de interés tanto para turistas como para investigadores, no solo por su belleza natural, sino también por su biodiversidad única.
Implementar un PRUG robusto es un paso significativo hacia la conservación de este ecosistema vital, especialmente en un contexto donde los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes.
La regulación que se establecerá es un reflejo del compromiso de Cataluña con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.