La crecida ordinaria del río Ebro ha llegado a Zaragoza con un caudal máximo de 1.600 metros cúbicos por segundo, sin causar daños de gravedad hasta el momento.

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En la ciudad de Zaragoza, la crecida ordinaria del río Ebro ha llegado esta madrugada con un caudal máximo de 1.600 metros cúbicos por segundo, lo que ha generado cierta preocupación entre los habitantes.

Afortunadamente, hasta el momento no se han registrado daños ni afecciones graves.

La alcaldesa Natalia Chueca ha comunicado que se espera que el caudal comience a disminuir su intensidad alrededor del mediodía, y que el sábado se pueda levantar la alerta amarilla del Plan Municipal de Protección Civil.

Ha hecho un llamado a la población a ser precavida y a mantenerse alejada de las riberas durante todo el día,a pesar de lo atractivo que pueda resultar observar la crecida del río.

La seguridad es primordial en estos momentos.

Para poder afrontar esta situación, se han habilitado 800 plazas de aparcamiento temporal en el barrio del Actur, cercanas a la Estación del Norte, el colegio Marie Curie y el IES La Azucarera, con el objetivo de prevenir daños en los vehículos de los residentes.


Además, se han llevado a cabo labores de prevención en el Parque del Agua para evitar posibles daños materiales en las empresas ubicadas en la zona.

En cuanto a las precauciones tomadas en las proximidades de Torre Urzáiz, en el barrio de Movera, se ha construido una mota y se ha recomendado la evacuación de viviendas por precaución, aunque el agua aún no ha llegado a la urbanización.

Se han cerrado puntos críticos como la desembocadura del río Gállego y el Galacho de Juslibol.

La alcaldesa ha agradecido el trabajo anticipado de todos los servicios municipales, en coordinación con el Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro, para prevenir posibles impactos de la crecida.

Se han utilizado tecnologías avanzadas para anticipar posibles inundaciones y tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.