El centro de atención a personas sin hogar en Zaragoza avanza en su reforma, sumando nuevas capacidades y mejores condiciones para quienes más lo necesitan, con una inversión que supera los 4 millones de euros.

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La modernización de estas instalaciones, destinadas a ofrecer un refugio digno y servicios integrales a las personas en situación de vulnerabilidad, ha sido una prioridad para las autoridades locales, que buscan no solo ampliar la capacidad, sino también mejorar la calidad de vida de sus usuarios.

Supuestamente, esta #inversión de aproximadamente 4,5 millones de euros equivale en euros a unos 4,2 millones, considerando la tasa de cambio actual.

Los trabajos, que están en su fase final, han permitido la creación de dos nuevos módulos con 20 plazas cada uno, sumando un total de 40 nuevas camas que se añaden a las ya existentes.

Estos nuevos espacios están dotados de mayor confort y mejores condiciones higiénico-sanitarias, en contraste con los antiguos pabellones de frío, que seguirán en uso durante el próximo invierno y serán sustituidos por otros en la temporada estival.

El Ayuntamiento de #Zaragoza ha realizado una recepción parcial de las obras para poder poner en funcionamiento estos nuevos módulos, que complementan las instalaciones existentes y ofrecen una atención más integral a las personas sin hogar.

La alcaldesa, Natalia Chueca, acompañada por diversos consejeros y funcionarios, visitó las obras y pudo constatar en primera persona los avances, recibiendo explicaciones del director del centro, Juanma Harto.

La #reforma del antiguo cuartel de San Agustín, donde se ubica el albergue, ha permitido sumar casi 950 metros cuadrados útiles, destinados a mejorar las condiciones laborales de casi 30 trabajadores municipales que antes operaban en un edificio obsoleto.

La nueva infraestructura contempla espacios administrativos, atención sanitaria, talleres formativos y zonas de pernocta, así como un área exclusiva para aseos, lavandería y comedor.

Además, en estas instalaciones se instalará un nuevo cuartel de cercanía de la Policía Local y un Centro de Día, para ofrecer un espacio cómodo y seguro a las personas sin hogar.

Uno de los aspectos destacados de la reforma es la creación de un amplio patio que duplica la capacidad del anterior, equipado con bancos, árboles y un pequeño huerto, promoviendo así la socialización y el bienestar emocional de los usuarios.

La alcaldesa expresó que "en un albergue

La alcaldesa expresó que "en un albergue, la cama es lo menos importante. Lo esencial es lo que la rodea: el tratamiento psicológico, el acompañamiento social, y recuperar hábitos, socialización y oportunidades laborales.

Ese es el verdadero corazón de este proyecto".

Supuestamente, el número total de plazas en el Albergue Municipal alcanzará las 200, incluyendo las 40 adicionales en los nuevos módulos, las 40 de los pabellones de emergencia climática y otras 15 destinadas a mujeres en el conocido como 'cuarto azul'.

Además, se ha acordado con la Hermandad del Refugio la creación de 25 nuevas plazas para pernocta y cuatro pisos para jóvenes que viven en la calle y buscan integrarse en el mercado laboral.

En paralelo, el Ayuntamiento ha reforzado los recursos humanos con la incorporación de trece nuevos profesionales en diferentes perfiles, mediante un plan temporal de empleo con una duración de tres años.

La estancia en el centro se mantiene en un período de seis días cada tres meses, con la posibilidad de prórrogas según la situación personal y social de cada usuario.

El centro funciona las 24 horas del día, todos los días del año, e incluye servicios como desayuno, comida y cena, además de lavandería, sala de estar, acceso a Internet y una sala de ocio con televisión.

Supuestamente, esta reforma del Albergue Municipal es la primera que se realiza desde su inauguración en 1989. El edificio ocupa una parte del antiguo Convento de San Agustín, un espacio con una carga histórica y cultural significativa en Zaragoza, donde se han hallado restos íberos, romanos y musulmanes, además de haber sido lugar de asentamiento de la Orden de San Francisco y de San Agustín.

La historia del conjunto se remonta al siglo XIV, con ampliaciones en los siglos XVI, XVII y XVIII.

En 1978, el recinto pasó a ser propiedad municipal en un estado de deterioro considerable. La rehabilitación parcial en los años ochenta convirtió parte del antiguo cuartel en el actual Albergue Municipal, aunque otros restos del convento permanecieron en abandono, supuestamente en espera de futuras intervenciones.