La Plaza del Pilar será escenario este sábado 21 de junio de un evento cultural único en conmemoración de los 600 años de presencia gitana en la Península Ibérica, con actuaciones de Farruquito y Big Lois en un espectáculo gratuito que fusiona tradición y modernidad.

Este evento, organizado con el respaldo del Área de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, busca honrar una de las comunidades más enriquecedoras de la historia española, cuya presencia en la región data desde hace más de seis siglos.
El concierto, que comenzará a las 20:00 horas, contará con la participación de dos destacados artistas: Farruquito y Big Lois. La iniciativa ha sido presentada hoy en el Ayuntamiento por Marian Orós, consejera de Políticas Sociales, junto con Luis Escudero, promotor del evento, en una rueda de prensa en la que también estuvieron presentes representantes de la Asociación de Promoción Gitana, la Federación de Asociaciones Gitanas de Aragón y el Secretariado Gitano.
Este acto forma parte de una serie de actividades organizadas por la Casa de las Culturas y diversas entidades gitanas, que conmemoran los #600 años desde que en 1425 se hizo mención por primera vez del pueblo gitano en un documento oficial.
En ese año, el rey Alfonso V El Magnánimo concedió un salvoconducto a Juan de Egipto, líder del primer grupo de gitanos que llegó a la península ibérica.
Este hecho histórico, que ocurrió en Zaragoza, tiene una importancia significativa, ya que simboliza el reconocimiento oficial y la integración de la comunidad gitana en la sociedad española.
A lo largo de los siglos, el pueblo gitano ha aportado una profunda riqueza cultural, especialmente en el ámbito del arte y la música. En 2010, la UNESCO reconoció esta aportación incluyendo el #flamenco en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, resaltando así la importancia de esta expresión artística en la identidad española.
Por otro lado, Big Lois llega a #Zaragoza con su gira 'Flow Gigante Tour 2.0', una propuesta innovadora que combina el flamenco urbano con géneros contemporáneos como el reguetón y la salsa. Con una formación de nueve músicos en el escenario, Big Lois ofrece un espectáculo dinámico que fusiona el alma del flamenco con la energía de la música moderna, creando lo que él mismo denomina el 'flamenco flow'.
Mezclando su formación como cantaor flamenco con las influencias de los géneros urbanos
Originario del barrio de Baró de Viver en Barcelona, Big Lois ha sabido construir un estilo propio, mezclando su formación como cantaor flamenco con las influencias de los géneros urbanos.
A sus 30 años, ha logrado acumular nueve discos de oro y un disco de platino, estableciéndose como uno de los artistas más prometedores en el panorama musical actual en España.
Además de su faceta artística, Big Lois mantiene un compromiso social activo. Desde su estudio en Badalona, apoya a jóvenes talentos sin recursos económicos, ayudándoles a grabar y lanzar su música de manera profesional, promoviendo así la inclusión y la diversidad en el ámbito cultural.
En cuanto a Farruquito, Juan Manuel Fernández Montoya, nieto del legendario bailaor Farruco, representa una de las figuras más destacadas del flamenco contemporáneo.
Hijo del cantaor Juan Fernández Flores 'El Moreno' y de la bailaora Rosario Montoya Manzano 'La Farruca', Farruquito ha heredado la tradición y la pasión por el arte flamenco.
Desde sus inicios, ha sido un referente en el mundo del baile, creando espectáculos que combinan la tradición con la innovación.
El concierto en Zaragoza ofrecerá la oportunidad de disfrutar de la magia de tres generaciones de la saga Farruco, acompañados por destacados músicos y artistas, como Manuel de la Nina, Mari Vizarraga, Pepe de Pura en el cante, El Ñoño en la guitarra y Ane Carrasco en la percusión.
La actuación promete ser un recorrido por la historia y la evolución del flamenco, con un énfasis especial en la tradición familiar que ha dejado una huella indeleble en el arte español.
Este evento no solo celebra los 600 años de presencia gitana en la península, sino que también refuerza el compromiso de Zaragoza con la diversidad cultural y la integración social.