Las elecciones en el IX Congreso Fallero definieron la composición de las mesas de trabajo, con la participación de más de 270 delegados de las distintas comisiones falleras en Valencia. Descubre quiénes fueron los elegidos y qué funciones desempeñarán en los próximos meses.

El pasado 8 de mayo de 2025, se llevó a cabo una importante reunión en las instalaciones de Mercaflor en Valencia, donde se constituyeron las mesas de trabajo del IX Congreso Fallero.

En este acto, participaron un total de 274 congresistas, representantes de las 384 comisiones censadas en la Junta Central Fallera (JCF). La convocatoria fue clave para definir la estructura de trabajo y los responsables que liderarán diferentes áreas en los próximos años, en un proceso que refleja la madurez y el crecimiento de la fiesta fallera.

Desde hace décadas, las Fallas de Valencia han sido uno de los eventos culturales más destacados de la región, con una historia que se remonta al siglo XIX.

La organización de esta festividad ha evolucionado con el tiempo, consolidándose en una estructura que combina tradición y modernidad. La celebración del Congreso Fallero es una muestra clara de ello, ya que permite a los representantes de las distintas comisiones decidir sobre aspectos importantes del régimen interno y las actividades que se desarrollarán.

En este año, la reunión se centró en la votación para determinar quiénes integrarán las diferentes mesas de trabajo. La Mesa del plenario, responsable de coordinar y supervisar las decisiones del Congreso, quedó integrada por un presidente, José Manuel Nieto, quien obtuvo 142 votos, y tres vicepresidentes.

La primera vicepresidencia fue para Ignacio Ballester con 77 votos, la segunda para Amparo Serrano con 75 votos, y la tercera para María Amparo Felip con 48 votos.

Además, el Secretario General de la JCF, Nicolás Garcés, fue designado como secretario del plenario.

Por su parte, las mesas temáticas también eligieron a sus responsables. La Mesa 1, denominada “Comisión de falla”, tuvo como presidente a Enrique Vicente Almero, con 105 votos, y como secretaria a Nuria Soler, que obtuvo la mayoría con 125 votos.

La vicepresidencia fue para Antonio Fagoaga, con 65 votos, y la vicesecretaria para Mari Carmen Lledó, con 107. En cuanto a los vocales, quedó un empate a 52 votos entre Moisés Climent y María Fernández.

La Mesa 2, dedicada al “Régimen Interno”, eligió a Julio Torras como presidente, con 155 votos, y a José Luis Vaello como secretario, con 175 votos.

La vicepresidencia fue para Gabriel Aranaz, con 107 votos, y la vicesecretaria para María Jesús Andrés, también con 98 votos. El vocal fue Marcos Chico, con 87 votos.

Otra de las mesas, la número 3, enfocada en el “Régimen Disciplinario”, contó con Carmen Boscá como presidenta, con 87 votos, y Mónica Peris como secretaria, con 108 votos.

La vicepresidencia recayó en Beatriz Ramos, con 77 votos, y Luis Miguel Fortuny fue elegido como vicesecretario con 103 votos. Omar Soler completó el equipo como vocal, con 93 votos.

Finalmente, la Mesa 4, que trata sobre “Actividades”, tuvo como responsables a Vicente Almela, presidente, con 98 votos, y a Alberto de Marco como secretario, con 106 votos.

La vicepresidencia fue para María Tomás, con 91 votos, y la vicesecretaria quedó en empate con 82 votos entre José Miguel Hortelano y Rosa Miquel. En este caso, la vocal será la persona que no ocupe el puesto de vicesecretario.

Tras la elección de los responsables de cada mesa, se abrirá un período de 15 días para la presentación de preenmiendas por parte de cualquier fallera o fallero censado en la Junta Central Fallera.

Este proceso democrático garantiza que la participación de la comunidad fallera sea activa y que las decisiones reflejen los intereses y necesidades de las comisiones.

Este proceso de elección, que se realiza cada año, no solo fortalece la estructura organizativa de las Fallas, sino que también mantiene viva la tradición de participación comunitaria en Valencia.

La historia de las Fallas, que comenzó como una celebración popular en los barrios de la ciudad, se ha transformado con el tiempo en un evento de gran envergadura, reconocido internacionalmente, y que requiere de una organización sólida y participativa.

La constitución de estas mesas marca un paso importante en la planificación de las actividades y en la gestión interna de la fiesta, asegurando que siga siendo una de las tradiciones más importantes de la Comunidad Valenciana durante muchos años más.