La llegada y expansión de fabricantes chinos en el mercado automotor argentino continúa creciendo, con novedades en modelos y tecnología, impulsadas por un mercado cada vez más abierto y beneficios fiscales para vehículos electrificados.
La presencia de autos provenientes de China en las calles argentinas experimenta un incremento notorio en los últimos años. Desde el ingreso de varias marcas en 2018, la cantidad de modelos y opciones ligeras y utilitarias ha aumentado de manera constante, reflejando una tendencia global de expansión de la industria automotriz china en distintos mercados.
En Argentina, actualmente operan alrededor de 18 marcas chinas, entre las que destaca JAC, que llegó al país en 2018 mediante el Grupo Socma. Inicialmente, la marca estuvo en la sombra de Chery, otra marca china que hasta hace un mes comercializaba productos a través del mismo grupo importador.
Sin embargo, la situación cambió cuando, tras una reorganización, JAC quedó como la única representante del grupo en el mercado local, además de importar utilitarios de DFSK.
JAC se posiciona como una opción cada vez más fuerte, ofreciendo modelos que cubren diferentes segmentos. Su gama incluye el crossover compacto S2, uno de los más económicos del país, y también modelos de mayor porte como el SUV mediano-grande JS8, la pickup T8 y el utilitario X200, que recientemente comenzó a ensamblarse en la planta de Ralitor, en La Plata.
Para el segundo semestre, la marca anunció la introducción de vehículos con tecnologías electrificadas. Entre ellas, destacan el SUV JS6 con una variante híbrida enchufable, una pickup T9 totalmente eléctrica y un hatchback compacto eléctrico E30X, que marcarán la llegada de más opciones en el segmento B.
El plan de la empresa es ampliar su línea de producción incorporando más modelos electrificados y a combustión, con el objetivo de acaparar una mayor cuota del mercado en auge, especialmente incentivado por las exenciones impositivas y beneficios para vehículos eléctricos.
Uno de los modelos más destacados es el JAC JS8, un SUV familiar que puede transportar hasta siete pasajeros. Tiene un diseño robusto y una estética moderna, con detalles llamativos como una enorme parrilla frontal con detalles cromados, faros achinados y ópticas traseras LED.
Mide aproximadamente 4,86 metros de largo y destaca por su interior sobrio, con buena calidad percibida y un equipamiento tecnológico completo.
El interior combina dos pantallas de 12.3 pulgadas, una para el tablero de instrumentos y otra para el sistema multimedia, con comandos táctiles y sin botones físicos. También cuenta con asientos delanteros eléctricos, climatizador con salidas para todas las filas y un entorno de conducción digital y minimalista.
El precio del JS8 PRO en Estados Unidos ronda los 38.900 dólares, lo que, convertido a pesos argentinos con un tipo de cambio aproximado de 1.275 pesos por dólar, equivale a unos 49 millones de pesos argentinos, o sea, cerca de 460.000 euros. Esta cifra lo coloca en una categoría competitiva frente a modelos similares como la Chevrolet Trailblazer, Toyota SW4 y Ford Everest, aunque con una propuesta mucho más accesible y tecnológica.
Desde un aspecto mecánico, el JS8 monta un motor naftero turbo de 1,5 litros que entrega 182 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión automática de doble embrague y siete marchas.
Su comportamiento en ruta es estable, con buena dirección eléctrica y llantas de 19 pulgadas que aportan firmeza a la conducción.
Además, dispone de múltiples sistemas de asistencia al conductor, como cámaras de visión 360°, control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia y alerta de angulo ciego, destacando su enfoque en seguridad.
El espacio interior es amplio, especialmente en las plazas traseras, donde los pasajeros pueden ajustar longitudinalmente las butacas y facilitar el ingreso a las filas posteriores.
La insonorización, aunque buena, podría mejorarse en futuras versiones mediante mejor tratamiento acústico.
En cuanto a la adaptación del mercado, cabe recordar que la llegada de marcas chinas a Argentina fue un proceso gradual, marcado por cambios en la importación y distribución.
Chery, por ejemplo, durante 17 años estuvo bajo el control del Grupo Socma, y en 2023 pasó a manos del Grupo Corven, que también representa otras marcas como Foton y DFSK.
Hasta la fecha, su gama ha sido bastante variada, incluyendo modelos citadinos, sedanes, SUV y pickups.
Con la tendencia de crecimiento y la oferta cada vez más diversificada, el mercado argentino parece consolidar la presencia de marcas chinas no solo por precios competitivos, sino por incorporar avances tecnológicos, especialmente en la electrificación.
La futura incorporación de vehículos eléctricos y híbridos es vista como un paso fundamental en la transición hacia un parque automotor más sustentable, pasándose de modelos tradicionales a alternativas más ecológicas en los próximos años.