La Ford Ranger celebra tres décadas en Argentina, marcando hitos en producción y tecnología desde su llegada en 1995, y presentando en 2023 su generación más avanzada.
Hace ya tres décadas desde que la Ford Ranger comenzó a comercializarse en Argentina, y en todo este tiempo se ha consolidado como un símbolo de innovación y robustez en el segmento de las pickups medianas.
Lanzada oficialmente en 1995 y producida en el país desde 1996, esta camioneta ha atravesado múltiples cambios que reflejan la evolución tecnológica y las necesidades del mercado local.
La historia de la Ranger en Argentina se remonta a mediados de los años 90, cuando Ford decidió importar las primeras unidades desde Estados Unidos.
Estas primeras versiones mostraban un perfil más orientado a un uso urbano y cotidiano, equipadas con un motor V6 de 4.0 litros y 160 caballos de potencia, además de un alto nivel de confort. La introducción de estas camionetas generó un impacto por la variedad de elementos de seguridad y tecnología que incluían por entonces, como frenos ABS y bolsas de aire.
En 1996, Ford comenzó su producción local en la planta de Pacheco, poniendo fin a la importación y adaptando la planta para fabricar la Ranger. Para ello, la compañía trasladó la producción de la famosa F-100 desde Brasil, que por aquel entonces era un ícono de la marca en Argentina. La primera Ranger fabricada en el país mantenía un perfil similar a las importadas, con versiones de cabina simple y doble, y motores que en aquella época destacaban por su potencia y durabilidad.
Desde sus inicios, la Ranger se inspiró en el éxito de la pickup compacta Ford Courier, desarrollada en colaboración con Mazda, que en los años 70 y 80 había conquistado a los usuarios en Estados Unidos.
La Ranger representaba una evolución de esa línea, con un foco en mayor capacidad y tecnología.
A lo largo de los años, la Ranger fue recibiendo mejoras sustanciales. En 2001, se incorporó una versión Limited con un motor turbodiésel de 2.8 litros y 135 caballos, incrementando aún más su desempeño y eficiencia. Posteriormente, en 2004, recibió un restyling completo que renovaba su aspecto frontal y la dotaba de nuevos ópticas y paragolpes.
El cambio más significativo ocurrió en 2012, cuando Ford lanzó una nueva generación de la Ranger, que se convirtió en un modelo global. Esta versión no solo trajo un rediseño completo, sino que además sumó avanzadas tecnologías en seguridad y confort, incluyendo control de estabilidad, asistencia en pendientes y control adaptativo de velocidad.
Estas innovaciones marcaron un antes y un después, posicionando a la Ranger como una de las pickups más tecnológicamente avanzadas de su segmento.
El diseño de la Ranger se renovó en 2016, con un aspecto más agresivo y mayor equipamiento en seguridad. Pero fue en 2019 cuando la marca introdujo en sus versiones de gama alta sistemas como detector de fatiga, alerta de colisión y control de luces altas, consolidando su liderazgo tecnológico.
En 2023, la firma anunció la llegada de su generación más moderna, que nació tras una inversión de aproximadamente 550 millones de euros —unos 630 millones de dólares—.
El proyecto, liderado desde Australia con un equipo internacional de ingenieros y diseñadores, tuvo como objetivo crear una pickup que combinara resistencia, conectividad y tecnología de punta.
La nueva Ranger presenta un motor diésel V6 de 3.0 litros que entrega 250 caballos, además de opciones de motorización de 2.0 litros con doble turbo, que ofrecen potencias de hasta 210 caballos. Su transmisión puede ser manual de seis velocidades o automática de diez, y cuenta con diferentes sistemas de tracción, incluyendo versiones 4x4.
Tecnológicamente, la camioneta incorpora el paquete Ford Co-Pilot 360, un conjunto de asistentes que incluyen funciones semiautónomas y una app para controlar varias funciones desde el teléfono móvil.
La apuesta de Ford con esta generación busca mantenerse a la cabeza en innovación, siguiendo la tendencia global hacia vehículos más conectados y seguros.
El mercado argentino ha sido clave para el crecimiento de la Ranger y, en los últimos años, la producción local ha superado un millón de unidades, consolidando a la planta de Pacheco como uno de los centros de fabricación más importantes de la marca en América Latina.
Las inversiones recientes reflejan el compromiso de Ford con Argentina y la intención de seguir liderando en tecnología y calidad.
Desde su lanzamiento, la Ranger ha sido mucho más que una simple pickup; es un reflejo de los avances tecnológicos en la industria automotriz y de la adaptación constante a las necesidades del usuario.
Hoy, a 30 años de su llegada, la Ranger continúa posicionándose como una de las opciones más completas y modernas del mercado, marcando un camino de innovación que seguramente seguirá creciendo en los próximos años.