La presidenta de México reafirma su compromiso de localizar a los 42 mineros aún desaparecidos en Pasta de Conchos, mientras impulsa un programa económico para revitalizar la zona y brindar apoyo a las familias afectadas.

Pasta de Conchos, una de las heridas más profundas en la historia minera de México, sigue siendo un símbolo de lucha y esperanza para las familias de los mineros desaparecidos.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfatizó en su compromiso de realizar todos los esfuerzos posibles para encontrar a los 42 mineros aún no recuperados, en cumplimiento de la promesa de justicia y dignidad para las víctimas.

Desde el trágico accidente ocurrido el 19 de febrero de 2006, cuando un siniestro en la mina ubicada en Coahuila dejó a 63 trabajadores atrapados, las familias y comunidades afectadas han luchado por obtener respuestas y justicia.

Hasta la fecha, se han localizado los restos de 21 mineros, y 13 de ellos ya han sido entregados a sus seres queridos, en un proceso que ha sido largo y emocionalmente desgastante.

La actual administración ha prometido no abandonar la causa y ha anunciado un plan integral para continuar con las labores de recuperación, además de implementar un programa de reactivación económica en la zona.

Este programa tiene como objetivo diversificar la economía local, fomentando actividades industriales, manufactureras y de servicios que puedan generar empleos y bienestar para la población, alejándose de la dependencia exclusiva de la minería.

Sheinbaum afirmó que Pasta de Conchos no solo representa una herida en las familias, sino también en el corazón de México, una herida que, con el esfuerzo conjunto, poco a poco se está sanando.

La administración anterior, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, inició los trabajos de reparación, y se ha comprometido a continuar y ampliar estas acciones.

En su visita a la zona, la presidenta reiteró que no cesarán los esfuerzos hasta recuperar todos los cuerpos, asegurando que permanecerán en el lugar mientras sea necesario.

Además, anunció que en los próximos seis meses regresará para dar seguimiento a los avances en las tareas de recuperación.

El apoyo a las familias también ha sido una prioridad. Se han entregado pensiones adicionales por viudez, orfandad y discapacidad, gestionadas a través del IMSS y el INDEP, incrementando los ingresos de los afectados a un nivel equivalente a 1,250 euros mensuales.

Asimismo, se ha brindado acompañamiento en la actualización de actas de defunción, transporte gratuito y alojamiento sin costo en colaboración con la Fiscalía y organizaciones sociales.

Por otro lado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha avanzado en las labores de estabilización y seguridad en la zona. Desde hace cinco años, equipos especializados han realizado acciones para garantizar un acceso seguro y eficiente, incluyendo la extracción de más de 2 millones de toneladas de material, la construcción de lumbreras y galerías profundas, además de sistemas de bombeo y ventilación que han reducido significativamente los riesgos de gases peligrosos.

Familiares de los mineros expresaron su gratitud por la continuidad en las labores de recuperación. Hugo Alberto Ramírez, hijo de uno de los trabajadores, comentó: “Hemos comenzado a cerrar una herida que llevaba más de dos décadas abierta. La esperanza nunca se ha perdido”.

El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, también agradeció a la presidenta por su apoyo y reconoció que la unión de esfuerzos ha sido fundamental para avanzar en esta causa.

La colaboración entre autoridades federales y estatales ha sido clave para mantener la continuidad de las tareas y brindar apoyo integral a las familias.

En resumen, aunque la tragedia de Pasta de Conchos aún no ha sido completamente reparada, los avances en la recuperación de restos y las acciones sociales y económicas muestran un compromiso firme por parte del gobierno mexicano para hacer justicia y ofrecer un camino hacia la reconstrucción y la paz social.

La esperanza de encontrar a todos los mineros y cerrar esta herida en el corazón de México sigue vigente, impulsada por la voluntad de justicia y la solidaridad de toda la nación.