El Gobierno de México anuncia un plan de expansión y fortalecimiento de la red de transmisión eléctrica con una inversión de aproximadamente 7.3 mil millones de euros, destinado a mejorar el acceso y la fiabilidad del suministro energético en todo el país.
El Gobierno de México ha anunciado un ambicioso plan de inversión en infraestructura eléctrica que busca transformar el sistema de transmisión del país y asegurar un suministro más confiable y eficiente para sus millones de habitantes.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), en colaboración con la Secretaría de Energía, presuntamente destinará cerca de 7.3 mil millones de euros (equivalente a 8 mil 177 millones de dólares según la tasa de cambio actual) en los próximos cinco años para ampliar y modernizar la red de transmisión eléctrica.
Este plan, que abarca desde 2025 hasta 2030, contempla la construcción de aproximadamente 275 nuevas líneas de transmisión y más de 520 obras en subestaciones eléctricas distribuidas en diferentes regiones del país.
La iniciativa tiene como objetivo principal mejorar la conectividad y el acceso a la energía en zonas alejadas, fortalecer los polos de desarrollo y atender las crecientes demandas de las nuevas industrias que surgen en el contexto de una economía mexicana cada vez más orientada hacia la innovación tecnológica.
Presuntamente, esta inversión también busca complementar los esfuerzos del Estado para incrementar la capacidad de generación eléctrica en alrededor de 29 mil 074 megavatios (MW), de los cuales más de 22 mil MW serían aportados por la CFE y el resto por inversión privada.
La ampliación de la red permitirá descongestionar las infraestructuras existentes y reducir las pérdidas en el sistema, además de facilitar la integración de energías renovables, como la solar y eólica, en la matriz energética del país.
Supuestamente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que esta inversión fortalece la interconexión del sistema eléctrico nacional, la cual es comparativamente más avanzada que en otros países de la región.
Ella destacó que, a diferencia de otros territorios, México cuenta con un sistema interconectado que garantiza la distribución de energía en todo el territorio, incluyendo zonas rurales y áreas urbanas.
El plan también contempla la creación de nuevas subestaciones en diferentes zonas del país, divididas en regiones: la zona norte incluirá 92 proyectos, de los cuales 23 ya están en marcha y 69 serán ejecutados en los próximos años; la zona centro contará con 49 proyectos, de los cuales siete están concluidos y 42 en desarrollo; y la zona sur incluirá 30 proyectos, con cinco ya finalizados.
En total, se estima que la red de transmisión beneficiará a aproximadamente 50 millones de mexicanas y mexicanos, garantizando un acceso más seguro y continuo a la electricidad.
Supuestamente, para garantizar la operación eficiente de toda esta infraestructura, se destinarán más de 5,000 trabajadores a tareas de mantenimiento y operación, además de la incorporación de tecnologías innovadoras como la Red Eléctrica Inteligente (REI).
Esta tecnología permitirá monitorear y controlar la red a distancia, realizar ajustes remotos en tiempo real y optimizar la respuesta ante eventos climáticos adversos o desastres naturales.
La modernización también incluye la renovación de cables de alta temperatura, transformadores digitales y sistemas de monitoreo de líneas tanto aéreas como subterráneas, mediante sensores y mapeo digital en 3D.
Todo ello busca garantizar una red segura, confiable y preparada para el crecimiento de la demanda energética en México, que en los últimos años ha experimentado un crecimiento sostenido impulsado por la expansión industrial y el incremento en el uso de tecnologías digitales.
El plan de inversión millonaria en infraestructura eléctrica se enmarca dentro de las reformas energéticas que buscan potenciar la soberanía energética del país y reducir la pobreza energética, asegurando que todos los mexicanos tengan acceso a una energía de calidad y en condiciones de equidad.
Con estas acciones, México pretende posicionarse como un referente regional en materia de desarrollo de infraestructura energética y sostenibilidad ambiental, promoviendo un crecimiento económico inclusivo y sustentable para las próximas décadas.