El gobierno mexicano destinará más de 700 millones de euros para modernizar más de 200 mil hectáreas de tierras agrícolas y recuperar millones de metros cúbicos de agua para consumo humano, en un esfuerzo sin precedentes.
México se prepara para un cambio radical en la gestión del agua con una inversión sin precedentes de aproximadamente 700 millones de euros (más de 14 mil millones de pesos mexicanos) en un programa llamado 'México se Tecnifica'.
Este plan, que es único en el mundo por su enfoque en vincular la eficiencia en el uso del agua en la agricultura con el derecho al acceso al vital líquido para toda la población, busca transformar los distritos de riego en varias regiones del país.
El objetivo principal es tecnificar más de 200 mil hectáreas de tierras agrícolas, recuperando cerca de 2 mil 800 millones de metros cúbicos de agua, destinándolos para consumo humano y uso urbano.
La iniciativa abarca áreas en estados como Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Guanajuato, Michoacán, Morelos y la Zona Metropolitana del Valle de México.
Supuestamente, esta inversión es la más grande que ha realizado el gobierno mexicano en infraestructura hídrica para la agricultura. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó que este programa es un paso histórico en la historia del país, pues busca recuperar el triple de agua que se consume anualmente en la Ciudad de México y redistribuirla para garantizar el acceso universal.
En los últimos años, México ha enfrentado serios problemas de escasez de agua, agravados por el crecimiento poblacional y el cambio climático. La historia del recurso hídrico en México data desde la época prehispánica, cuando las civilizaciones como los aztecas y mayas desarrollaron sistemas de acueductos y manejo de aguas.
Sin embargo, en las últimas décadas, la sobreexplotación y la mala gestión han provocado una crisis que ahora se intenta revertir con políticas innovadoras.
El programa 'México se Tecnifica' también contempla la rehabilitación de canales deteriorados, presas dañadas y sistemas de riego tradicionales que desperdician gran parte del agua.
La tecnificación parcelaria, por ejemplo, incluye acciones como revestimiento de canales, instalación de compuertas automatizadas y sistemas de riego por goteo, aspersión y microaspersión, lo que puede reducir hasta en un 55% la pérdida de agua.
Supuestamente, seis distritos de riego ya están en marcha, incluyendo algunos en Sinaloa, Tamaulipas, Guanajuato y Aguascalientes. Además, otros diez están en proceso de licitación, en estados como Sonora, Coahuila, Durango, Morelos, Michoacán y Chihuahua, además de áreas en la Zona Metropolitana del Valle de México.
El gobierno también ha establecido el Programa de Apoyo a la Infraestructura Hidroagrícola, con una inversión adicional de aproximadamente 35 millones de euros (mil 659 millones de pesos mexicanos), para fortalecer distritos de riego en todo el país.
Este esfuerzo refleja la voluntad de México de resolver una de sus mayores crisis ambientales y sociales, garantizando que el agua deje de ser un recurso escaso y pase a ser un derecho de todos.
La historia del manejo del agua en México, marcada por conflictos y avances, ahora se encuentra en una etapa de transformación que promete beneficios duraderos para las generaciones futuras.
La inversión en tecnificación y recuperación hídrica representa un paso decisivo hacia un país más sustentable y justo en el acceso a sus recursos naturales.