Supuestamente, un reconocido profesional de la salud falleció en La Plata tras ser tratado con fentanilo contaminado, en un caso que revela posibles errores médicos y riesgos en la administración de opioides.

En un hecho que ha estremecido a la comunidad académica y médica de Argentina, se reportó la muerte de Leonel Araya, un reconocido profesional de 32 años, en la ciudad de La Plata.

Según las informaciones preliminares, Leonel acudió a un hospital local debido a un problema en la vesícula biliar, sin imaginar que su visita terminaría en una tragedia.

Supuestamente, fue diagnosticado con cálculos en la vesícula que estaban obstruyendo el páncreas, un cuadro que, en condiciones normales, puede tratarse con éxito.

El diagnóstico inicial indicaba que la condición de Leonel era estable y, de hecho, el personal médico habría considerado que su estado era favorable, incluso preparándolo para procedimientos más invasivos.

Sin embargo, lo que se presume, es que se le programó una endoscopia, específicamente una CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica), a pesar de que algunos peritos familiares señalan que dicha intervención no era necesaria en ese momento, dadas las condiciones del paciente.

Durante el procedimiento, supuestamente, se le administró fentanilo para aliviar el dolor. La historia clínica y las investigaciones apuntan a que, por causas que aún se investigan, las ampollas de fentanilo utilizadas estaban contaminadas.

Según testimonios de la familia, Leonel comenzó a presentar fiebre y neumonía incontrolable poco después de la administración del medicamento. La situación se complicó, y tras un mes de agonía, finalmente, falleció.

El acta de defunción señala que la causa de muerte fue una pancreatitis aguda y un paro cardiorrespiratorio. Sin embargo, los familiares de Leonel no están convencidos con esa versión y aseguran que las circunstancias no encajan. “Él era una persona sana, no tenía enfermedades previas”, afirmó uno de sus familiares. Supuestamente, durante el tratamiento, le administraron fentanilo durante casi un mes, cuando las recomendaciones médicas internacionales afirman que este opioide no debería utilizarse por más de 15 días en terapia intensiva.

Además, la familia denuncia que se les informó de una bacteria difícil de controlar en el hospital, pero presuntamente, todo apunta a que el problema radica en el fentanilo contaminado.

En Argentina, casos similares han generado preocupación, ya que la contaminación de medicamentos y errores en la administración de opioides han sido reportados en varias ocasiones en los últimos años.

Este suceso rememora otros casos históricos en los que la mala praxis médica o la adulteración de medicamentos han causado consecuencias fatales. En 2018, por ejemplo, se registró un brote de intoxicaciones por fentanilo en hospitales de Buenos Aires, lo que llevó a una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad y control de medicamentos.

Por el momento, las autoridades sanitarias argentinas han abierto una investigación para determinar las circunstancias exactas de la muerte de Leonel Araya y si las ampollas de fentanilo estaban contaminadas o adulteradas.

La comunidad médica también ha expresado su preocupación por la posible exposición a medicamentos contaminados y la necesidad de reforzar los controles en la cadena de suministro.

Este caso pone en evidencia los riesgos asociados a la administración de opioides en entornos hospitalarios y la importancia de seguir rigurosamente las recomendaciones médicas y los protocolos de seguridad.

La familia de Leonel pide justicia y que se esclarezcan las causas reales de su fallecimiento, para evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse en el futuro.