Un candidato presidencial fue recibido con agresiones y rechazo en una zona tradicionalmente afín al expresidente Evo Morales, en medio de un clima tenso y confrontaciones durante las elecciones en Bolivia.
Este domingo, en Bolivia, se vivieron momentos de alta tensión y violencia cuando un candidato a la presidencia fue hostigado por una multitud en una región considerada un bastión político del expresidente Evo Morales.
La zona, ubicada en el municipio de Entre Ríos en el Trópico de Cochabamba, se convirtió en escenario de enfrentamientos que dejaron a varios involucrados afectados.
Supuestamente, el candidato, Andrónico Rodríguez, acudió a emitir su voto en la escuela José Carrasco, un centro electoral situado en un territorio que tradicionalmente ha apoyado al movimiento indígena y cocalero liderado por Morales.
La demora en su llegada se debió, presuntamente, a una explosión menor que ocurrió cerca del recinto electoral, lo que generó aún más incertidumbre en la comunidad.
Al momento de que Rodríguez se disponía a ofrecer declaraciones a los medios de comunicación, la multitud que se encontraba en el lugar comenzó a lanzarle piedras y a gritarle consignas calificándolo de 'traidor'.
Los ataques no solo fueron dirigidos al candidato, sino que también impactaron el vehículo en que se desplazaba y alcanzaron a varios periodistas y fotógrafos presentes en la cobertura.
El ambiente en Entre Ríos se tornó extremadamente tenso, con rumores de que grupos organizados se habían congregado desde horas muy tempranas para impedir la entrada del candidato y generar una confrontación.
Rodríguez afirmó posteriormente en una rueda de prensa que estos hechos no fueron una reacción espontánea, sino que supuestamente estaban orquestados por grupos que querían evitar que ejerciera su derecho al voto.
Según el político, estos grupos habrían esperado desde muy temprano para crear un conflicto y así impedir que pudiera votar con normalidad. A pesar de la violencia, Rodríguez logró emitir su sufragio, y en sus declaraciones defendió su candidatura, que busca representar a las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, el principal sindicato de cocaleros del país, además de otros movimientos populares.
Rodríguez, de 36 años, es considerado uno de los candidatos de izquierda con mayor apoyo en las encuestas, ubicándose en tercer o cuarto lugar en los sondeos, por detrás de opositores como Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga.
Estos dos aspirantes también han mostrado una fuerte intención de disputar una posible segunda vuelta, en medio de un contexto electoral marcado por la polarización.
Supuestamente, Evo Morales no participa en estos comicios debido a una restricción constitucional que le impide volver a postularse, dado que ya gobernó Bolivia en tres periodos consecutivos.
Además, se dice que Morales no cuenta con un partido político formal, por lo que ha promovido el voto nulo, opción que ha sido intensamente promovida en el Trópico de Cochabamba, donde algunos sectores han advertido que, si la opción del voto nulo no logra ser mayoría, incluso quemarían las urnas.
Las elecciones en Bolivia, que convocaron a más de 7,5 millones de ciudadanos para elegir presidente, vicepresidente y legisladores, se llevan a cabo en medio de una grave crisis económica, caracterizada por la escasez de dólares, la falta de combustible y una inflación que, supuestamente, alcanza niveles históricos en las últimas décadas.
Además, alrededor de 369,000 bolivianos en el extranjero también están llamados a votar en estos comicios, que podrían definir el rumbo del país en los próximos años.
Este clima de violencia y confrontación refleja las profundas fracturas políticas y sociales que enfrenta Bolivia, un país que ha tenido una historia marcada por conflictos electorales y procesos de cambio social liderados por Morales y sus seguidores.
La situación sigue siendo muy volátil, y las autoridades llaman a la calma y a la tolerancia, mientras la población espera los resultados oficiales que definirán el futuro político del país.