El gobierno canadiense considera establecer una entidad oficial y visible para gestionar los informes sobre fenómenos aéreos inexplicables, ante las limitaciones de los protocolos actuales y la falta de datos concluyentes.
Canadá está considerando la creación de una agencia pública y de fácil acceso encargada de gestionar y analizar los reportes relacionados con objetos voladores no identificados (OVNIs) en su espacio aéreo, según un informe reciente del Sky Canada Project divulgado esta semana por el propio gobierno canadiense.
Supuestamente, esta iniciativa surge ante la creciente preocupación por la falta de un organismo centralizado que permita una investigación rigurosa y transparente sobre fenómenos aéreos inexplicables, que en algunos casos siguen desconcertando a expertos y autoridades.
El documento, encargado por la Oficina de la Asesora Científica en Jefe de Canadá, Mona Nemer, advierte que los protocolos actuales, fragmentados entre diferentes dependencias federales como Transport Canada, NavCanada y la Agencia Espacial Canadiense, dificultan notablemente la recopilación y el análisis de datos.
Supuestamente, esta dispersión de responsabilidades limita el acceso a información clave y ralentiza la capacidad de respuesta ante posibles incidentes.
Chris Rutkowski, un reconocido escritor científico radicado en Winnipeg y director del Canadian UFO Survey, afirmó que "hay fenómenos en el cielo que simplemente no podemos explicar con las herramientas actuales.
No contamos con suficiente información para entender qué está ocurriendo". Además, supuestamente, Rutkowski fue consultado para elaborar el informe, que busca sentar las bases para una política más efectiva en la gestión de estos fenómenos.
Históricamente, Canadá tuvo una oficina centralizada dedicada a la investigación de OVNIs desde 1967, año en que ocurrió el famoso caso de Falcon Lake en Manitoba, uno de los incidentes ovni mejor documentados del país.
Sin embargo, esa oficina fue cerrada en 1995, y desde entonces, las responsabilidades en esta materia se han dispersado entre distintas agencias y organizaciones civiles.
Supuestamente, la falta de coordinación ha contribuido a que muchos informes permanezcan sin una investigación adecuada.
El informe también señala que esta situación "complica la aplicación de principios científicos y hace que sea muy oneroso, si no imposible, para los investigadores acceder y compilar datos de manera rigurosa".
La ausencia de una entidad centralizada y visible impide que se puedan realizar análisis exhaustivos, afectando la credibilidad y la seriedad de las investigaciones.
En cuanto a los fenómenos observados, la mayoría de los reportes en Canadá se explican por causas comunes, como aviones, satélites, globos meteorológicos, drones, meteoros o condiciones atmosféricas inusuales.
Hasta ahora, supuestamente, no hay evidencia concluyente que demuestre la existencia de vida extraterrestre en nuestro planeta. No obstante, Sky Canada reconoce que algunos avistamientos de UAP —siglas en inglés para fenómenos aéreos no identificados— permanecen sin una explicación definitiva, incluso después de la investigación.
"Aunque no hay pruebas que confirmen la presencia de seres de otros planetas, algunos informes siguen siendo desconcertantes y requieren un análisis más profundo", afirmó Rutkowski.
"La existencia de fenómenos inexplicables en el cielo no necesariamente indica visitas extraterrestres, pero sí muestra que hay casos que merecen una atención científica seria y detallada."
En conclusión, la propuesta de Canadá refleja una tendencia global hacia una mayor apertura y transparencia en la gestión de fenómenos aéreos inexplicables.
La creación de una agencia visible y pública podría facilitar la recopilación de datos, mejorar la cooperación internacional y abrir nuevas vías para entender estos misteriosos avistamientos, que desde hace décadas siguen despertando la curiosidad de científicos y ciudadanos por igual.