El gobierno de Ecuador continúa con la edificación de una cárcel de alta seguridad en la costa, que supuestamente busca reducir la violencia carcelaria y mejorar la seguridad en el país, siguiendo un modelo similar al implementado en El Salvador bajo la administración de Nayib Bukele.
El gobierno de Ecuador está avanzando en la construcción de una cárcel de máxima seguridad en la región costera del país, conocida como 'El Encuentro', cuyo progreso alcanza aproximadamente un 35%, según informó Mauricio Mayorga, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
Esta nueva instalación forma parte de una estrategia nacional para enfrentar el incremento en la violencia y el hacinamiento en las cárceles, un problema que ha afectado gravemente a la nación sudamericana en los últimos años.
La prisión, que supuestamente busca ser un modelo similar al sistema implementado en El Salvador por el presidente Nayib Bukele, fue iniciada en junio de 2024 con un presupuesto estimado en aproximadamente 48 millones de euros, financiado en parte por empresas españolas, en particular el grupo Puentes, y respaldada por la China Road and Bridge Corporation.
La estructura, ubicada en Santa Elena, se proyecta que tenga capacidad para alojar entre 700 y 800 presos, en un intento por mantener a los delincuentes más peligrosos alejados de la población general.
La elección del lugar, en un paraje inhóspito, busca disminuir la influencia de las bandas criminales y reducir su control dentro del sistema penitenciario nacional.
Según el ministro del Interior, John Reimberg, en declaraciones a la agencia EFE, se espera que la primera de las dos cárceles de máxima seguridad pueda estar operativa en aproximadamente dos meses, aunque la construcción aún está en marcha, a un ritmo del 35%.
La iniciativa forma parte de un plan más amplio para clasificar y gestionar mejor a las personas privadas de libertad, con el objetivo de reducir la violencia y las muertes en las prisiones.
Este esfuerzo también pretende desarticular las redes criminales que, presuntamente, han controlado las cárceles del país desde 2021, cuando se incrementaron las masacres y enfrentamientos entre distintas facciones.
La estrategia de militarización y construcción de nuevas instalaciones busca, supuestamente, devolver el control institucional y prevenir futuros enfrentamientos.
En 2024, Ecuador enfrentó un aumento en el número de presos, alcanzando aproximadamente 33.500 internos en sus 35 prisiones, lo que supuestamente incrementó el hacinamiento en un 21%, en comparación con el 12% del inicio del año. La mayoría de los presos, alrededor del 63%, tienen sentencia, mientras que el 35% aún está en proceso judicial. Además, se reportaron 27 repatriaciones de extranjeros por motivos humanitarios y más de 4.600 beneficios penitenciarios, incluyendo libertades condicionales y regímenes semiabiertos.
El país también realizó varios operativos y requisas en los centros penitenciarios, con el objetivo de decomisar objetos prohibidos y drogas, en un esfuerzo por controlar el ingreso de armas y sustancias ilícitas.
La crisis carcelaria, que ha contribuido a que Ecuador lidere en índices de homicidio en Latinoamérica, también ha llevado a la militarización de las prisiones en 2024, en un intento por controlar a las bandas criminales y reducir las masacres que han cobrado la vida de más de 500 internos desde 2021.
Supuestamente, estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio para transformar el sistema penitenciario ecuatoriano y reducir la violencia, aunque aún persisten desafíos en la implementación y gestión de estas políticas.
La construcción de 'El Encuentro' simboliza un paso importante en esa dirección, con la esperanza de que pueda convertirse en un ejemplo para la región en materia de seguridad y gestión penitenciaria.