El municipio de La Coruña, Galicia, ha puesto en marcha un dispositivo de emergencia tras un apagón que afectó a gran parte de la ciudad, provocando interrupciones en varios servicios y disturbios en el tráfico. Autoridades locales y fuerzas de seguridad trabajan coordinadamente para gestionar la situación y garantizar la comunidad.
En la ciudad de La Coruña, ubicada en la región de Galicia, una interrupción generalizada en el suministro eléctrico afectó súbitamente a la mayoría de los barrios, provocando un escenario de caos y desorganización en diferentes áreas de la urbe.
La municipalidad, en respuesta a esta crisis, estableció de inmediato un comité de acción compuesto por la alcaldesa Inés Rey, la subdelegada del Gobierno, María Rivas, técnicos de emergencias, miembros de la Policía Nacional y representantes de distintos departamentos municipales.
Este apagón, que ocurrió minutos después de un evento de apagado general en toda la península, impactó notablemente en los servicios urbanos básicos.
Las luces del alumbrado público se apagaron, y de forma temporal, el control del tráfico en las principales avenidas mediante semáforos dejó de funcionar, generando congestiones y posibles riesgos de accidentes.
Para afrontar esta situación, el Ayuntamiento movilizó todos los recursos disponibles, incluyendo a los bomberos, la Policía Local y los equipos de Protección Civil, con el fin de coordinar acciones inmediatas y minimizar los daños.
Los agentes de la policía asumieron el control del tráfico en los cruces más concurridos, mientras que los bomberos atendieron incidentes diversos, como rescates de personas atrapadas en ascensores y pequeños accidentes urbanos.
La alcaldesa Inés Rey realizó un llamamiento a la ciudadanía para evitar desplazamientos innecesarios en vehículos particulares y mantener la calma, asegurando que las autoridades estaban en control y trabajando para resolver la crisis.
En las primeras horas, no se registraron incidentes graves aparte de los incidentes incidentales derivados del apagón. La columna de humo que se pudo observar cerca de la Refinería de La Coruña fue atribuida a los protocolos de seguridad internos de la instalación, y las autoridades aclararon que no representaba peligro para residentes ni trabajadores.
Por otra parte, a pesar de la falta de electricidad, los centros educativos de la ciudad mantuvieron sus horarios habituales. La recomendación a padres y madres fue actuar con normalidad al acudir a recoger a sus hijos, ya que se estaban tomando medidas para garantizar la seguridad en los entornos escolares.
El comité de crisis permanecerá en alerta y coordinará las acciones necesarias mientras dure la interrupción del suministro. Además, los servicios de emergencia están operativos 24 horas y disponibles vía telefónica, incluyendo los números habituales y el teléfono de emergencia europeo 112.
Este tipo de incidentes no son aislados en la historia de La Coruña, que ha experimentado otros cortes de energía en el pasado, algunos relacionados con eventos climáticos extremos o sobrecargas en la red.
La ciudad, con su puerto y su refinería de combustibles, ha tenido una relevancia industrial que la hace vulnerable ante fallos en infraestructuras críticas.
La actuación rápida y coordinada en estas situaciones refuerza la importancia de una gestión efectiva y de protocolos de seguridad adecuados para proteger a sus ciudadanos en momentos de crisis.