El Departamento de Salud de Euskadi ha anunciado la ampliación y mejora de sus programas de cribado neonatal y de cáncer, con el objetivo de detectar patologías de forma precoz y reducir la mortalidad en la población. Estos esfuerzos sitúan a Euskadi a la vanguardia en políticas de prevención en España y Europa.

En el País Vasco, el Departamento de Salud continúa fortaleciendo sus programas de cribado para potenciar la detección precoz de diversas enfermedades y mejorar los índices de supervivencia de los pacientes.

Alberto Martínez, consejero de Salud del Gobierno Vasco, explicó en una comparecencia parlamentaria que los esfuerzos en esta materia han logrado reducir significativamente la mortalidad asociada a las enfermedades que se detectan tempranamente, además de aumentar las tasas de supervivencia en la región.

El programa de cribado neonatal, implantado en 1982, ha ido incorporando progresivamente nuevas patologías para garantizar el bienestar y la salud a largo plazo de los recién nacidos.

Actualmente, en Euskadi, se realiza una prueba universal conocida como “prueba del talón”, que ahora contempla 23 patologías diferentes, incluyendo algunas que anteriormente no estaban en el listado, evidenciando así el compromiso del Departamento de Salud con la prevención y la detección temprana.

Este programa, apoyado por un consejo asesor especializado creado en 2009, está considerado como uno de los más avanzados de Europa, y su éxito se refleja en que la mayor parte de los diagnósticos en estos programas se realizan en etapas precoces, permitiendo tratamientos menos invasivos y mejor pronóstico.

Gracias a estos esfuerzos, Euskadi se ha posicionado como referente en políticas de cribado, gracias a la implicación de profesionales altamente especializados y a la alta participación de la población.

Por otro lado, los programas de cribado de cáncer en nuestra comunidad han demostrado ser fundamentales para reducir la mortalidad y mejorar la supervivencia.

El cribado de cáncer de mama, dirigido a mujeres de entre 50 y 69 años — con algunas excepciones para quienes tienen antecedentes familiares — cuenta con una participación del 79,3 %, una de las cifras más altas en Europa.

En 2024, el programa detectó 715 casos de cáncer de mama, la mayoría en estadios muy iniciales, con buenas expectativas de tratamiento y recuperación.

Desde 1995, el programa ha permitido detectar 12.663 tumores, en su mayoría en fases tempranas, con un 84 % en estadios precoces que favorecen tratamientos conservadores y mejores tasas de supervivencia.

La mortalidad por cáncer de mama en Euskadi ha bajado un 16 %, y la tasa de supervivencia a cinco años supera el 92,7 %, cifras que reflejan la efectividad de las campañas de cribado.

El cribado de cáncer colorrectal, dirigido a personas de hasta 74 años, cuenta con una participación del 73 % y ha sido clave en la detección temprana de tumores.

Desde su inicio en 2009, se han diagnosticado 4.519 tumores malignos, en un 71 % en estadios iniciales, lo que lleva a intervenciones menos agresivas y mejores tasas de supervivencia. La detección precoz puede reducir en un 30 % la mortalidad por esta enfermedad.

Asimismo, en el ámbito del cáncer de cérvix, dirigido a mujeres de entre 25 y 65 años, los datos preliminares indican que su impacto en la reducción de mortalidad es del 3 %.

La cobertura con la prueba de Papanicolaou es superior al 70 %, y la detección de tumores en estadios iniciales aumenta significativamente la supervivencia.

Además, en Euskadi, la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) ha alcanzado un porcentaje de cobertura superior al 92 %, lo cual representa un avance considerable en la prevención de este tipo de cáncer.

Entre las novedades en los programas de prevención, se encuentran un proyecto piloto para el cribado de próstata en hombres de 50 a 70 años, que involucra a 1.000 participantes y cuyo análisis permitirá definir una posible extensión futura del programa. También destaca el proyecto internacional LUCÍA, una iniciativa europea pionera en la investigación y planificación de un cribado temprano del cáncer de pulmón, en la que Euskadi está colaborando activamente.

Estos esfuerzos reflejan la apuesta de Euskadi por un sistema sanitario avanzado y preventivo, que no solo busca detectar las enfermedades en estadios tempranos, sino también reducir costes asociados a tratamientos complejos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

La experiencia adquirida en estos programas continúa sirviendo de ejemplo para otras comunidades autónomas y países en Europa, consolidando a Euskadi como un referente en promoviendo políticas de salud pública efectivas y sostenibles.