El club rosarino Leones FC, presidido por Matías Messi, hermano de Lionel, busca su ingreso directo a la Primera División del fútbol argentino para la temporada 2026, en un proceso que recuerda las afiliaciones históricas de clubes del interior y regionales.

El 11 de septiembre pasado, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunció formalmente en su boletín número 6752 la posible afiliación de Leones Fútbol Club, ubicado en Rosario, Santa Fe, para participar en la Categoría Primera “C” a partir de la temporada 2026.

La decisión despertó interés tanto en el mundo del fútbol como entre la comunidad local, ya que la incorporación de este club representa un caso único en el fútbol argentino, que tradicionalmente ha estado marcado por vínculos históricos entre clubes del interior y las ligas metropolitanas.

Leones FC fue fundado el 2 de enero de 2015 y en sus diez años de historia ha competido en la liga rosarina. Sin embargo, el hecho de que su presidente sea Matías Messi, hermano menor del reconocido Lionel Messi, abre un capítulo distinto en la historia del fútbol del interior del país.

La relación familiar no solo ayuda a entender la nominación, sino también refleja un patrón de excepciones en la afiliación directa, que en Argentina ha sido reservada principalmente para clubes de las grandes capitales o con fuerte respaldo económico y político.

Desde sus inicios, Leones FC ha tenido contacto con la Fundación Messi y mantiene convenios con el FC Barcelona, lo que aporta una dimensión internacional y de prestigio al club.

La incorporación de clubes de Rosario y Santa Fe en la estructura superior del fútbol profesional no es novedad en la Argentina, pero que un club con vínculos familiares a Lionel Messi tenga la posibilidad de ingresar directamente en la categoría más alta, sí lo es.

La historia de este tipo de afiliaciones comienza en los primeros años del siglo XX, con clubes tradicionales como Rosario Central y Newell’s Old Boys, que lograron su ingreso directo en 1939, y continúa con casos como Unión de Santa Fe y otros clubes del interior.

Durante décadas, las distancias y las condiciones logísticas actuaron como obstáculos para la afiliación directa de clubes del interior. En 1939, por ejemplo, Rosario Central y Newell’s Old Boys lograron su ingreso en un contexto donde se imponían requisitos como compromisos económicos y la cercanía geográfica para jugar en la Liga Argentina.

La historia de la afiliación refleja una lucha por el reconocimiento y la igualdad en una estructura que, en sus primeros años, privilegiaba a los clubes de la Capital Federal y alrededores.

Con el paso del tiempo, los clubes del interior comenzaron a implementarse en los torneos nacionales, aunque siempre con requisitos que complicaban su ingreso directo.

Reformer, de Campana, y otros clubes del interior, lograron participar en divisiones superiores en la Era Amateur, en un contexto muy diferente a la actualidad.

La profesionalización del fútbol argentino en los años 40 y 50, junto con las políticas de integración, condujeron a esfuerzos por incluir a clubes históricos bajo reglas específicas de condición económica y territorial.

Las afiliaciones directas en la historia moderna, como la de Talleres, Instituto y Racing en Córdoba, o la de Unión de Santa Fe en 1973, marcaron hitos que demostraron que, con esfuerzo, los clubes del interior podían acceder a la élite del fútbol argentino.

Sin embargo, esta tendencia quedó limitada en los años posteriores, con una marcada presencia de clubes cercanos a Buenos Aires y la región pampeana.

Ya en el siglo XXI, con cambios institucionales y el fortalecimiento de la estructura institucional de la AFA, se observó un proceso de modernización que favoreció algunas afiliaciones directas, como las recientes de Real Pilar en 2017 y Mercedes en 2022, ambos con contactos políticos y económicos fuertes.

En 2023, la confirmación de la afiliación provisional de Leones FC en Primera C marca una nueva etapa que puede sentar precedente para futuros casos.

La influencia de entidades empresariales y políticos, como César Mansilla y vínculos con figuras públicas, facilitaron estas incorporaciones en beneficio de clubes del interior y de cercanía regional.

La posible afiliación definitiva de Leones FC, en caso de que la prueba piloto sea exitosa, reforzaría la tendencia de que el fútbol argentino cada vez más incorporar clubes con fuertes lazos familiares y políticos, y con un marcado interés en incluir a representantes de Rosario y Santa Fe en las ligas superiores.

Este proceso, que combina historia, intereses económicos y vínculos familiares, refleja la evolución del fútbol argentino en sus aspectos estructurales y políticos, y anticipa una quizás más inclusiva y diversificada participación de clubes del interior en la élite del deporte nacional en los próximos años.