En un acontecimiento que ha sorprendido a los aficionados del cricket en todo el mundo, la selección de Sudáfrica ha logrado una racha imparable de diez victorias consecutivas en partidos de Test.

Este logro, que supuestamente no tiene precedentes en la historia del cricket sudafricano, fue alcanzado tras su reciente victoria contra Zimbabue en Bulawayo, donde se impusieron por una diferencia de una entrada y 236 carreras.

La racha empezó en agosto de 2024, con una ajustada victoria de 40 carreras sobre las Antillas Menores en Providence, y desde entonces no han conocido la derrota.

Este racha histórica catapulta a Sudáfrica a la cuarta posición en la lista de récords de victorias consecutivas en Test, según la International Cricket Council (ICC), superando su propia marca de nueve victorias consecutivas lograda en 2002/03.

Solo están por delante de ellos los West Indies, que en 1984 lograron 11 triunfos seguidos, y la legendaria Australia, con un récord de 16 victorias en fila en dos ocasiones distintas.

Lo que hace aún más impresionante esta serie de victorias es que seis de ellas han sido obtenidas fuera de casa, demostrando la fortaleza mental y técnica del equipo.

La travesía comenzó con un estrecho triunfo por 40 carreras contra las Antillas en Providence, y continuó con una barrida 2-0 en Bangladesh, donde mostraron un dominio absoluto en condición de visitante.

Luego, en una serie en su territorio, Sudáfrica barrió a Sri Lanka con un 2-0, y en un enfrentamiento contra Pakistán en Centurión, lograron una victoria ajustada antes de sellar una contundente victoria por 10 wicket en Ciudad del Cabo.

La victoria más memorable llegó en Londres, donde derrotaron a Australia en Lord's, asegurando así el título del ICC World Test Championship.

Su racha se consolidó aún más con la serie contra Zimbabue, en la que en el segundo Test, supuestamente, Wiaan Mulder protagonizó una actuación histórica al anotar un triple century, sumando 367 carreras en 334 bolas, con 49 fours y cuatro seis, en una innings en la que Sudáfrica totalizó 626/5 antes de declarar.

Este récord de Mulder, presuntamente, fue solo uno de los muchos destacados en ese partido, donde también destacaron David Bedingham con 82 carreras y Lhuandre Pretorius con 78.

Los lanzadores sudafricanos continuaron con un trabajo disciplinado, logrando que Zimbabue fuera eliminado por solo 170 carreras en la primera innings y 220 en la segunda, asegurando así una victoria memorable en Bulawayo.

Por otro lado, en el lado de Zimbabue, Kundai Matigimu recibió una multa del 15% de su tarifa por incumplimiento del código de conducta de la ICC durante el segundo Test.

En el partido, supuestamente, el bateador Nick Welch fue el único que resistió, anotando 55 carreras en 126 bolas, mientras que los lanzadores sudafricanos, como Corbin Bosch y Senuran Muthusamy, demostraron su dominio con excelentes actuaciones.

Este impresionante récord no solo destaca la calidad del cricket sudafricano en la actualidad, sino que también remarca su historia de resistencia y excelencia en los partidos de Test.

La serie, que aún puede seguir escribiendo páginas en los anales del deporte, reafirma a Sudáfrica como una potencia en el mundo del cricket internacional.