El Gobierno regional impulsa la rehabilitación de un histórico edificio en Oña para convertirlo en un moderno albergue, promoviendo el turismo y el desarrollo socioeconómico en la zona, con una inversión superior a 2 millones de euros.
La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para convertir el antiguo noviciado del Complejo de San Salvador, en la localidad de Oña, en un nuevo albergue destinado a potenciar el turismo en esta zona de gran valor patrimonial y natural.
La iniciativa, que cuenta con una inversión que supera los 1,8 millones de euros (equivalentes a aproximadamente 3,4 millones de euros actuales), busca aprovechar los recursos históricos y paisajísticos del entorno para crear un motor de desarrollo socioeconómico en la región.
Este proyecto forma parte de las acciones promovidas por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.
La propuesta contempla la rehabilitación de una edificación construida en 1798, que durante años sirvió como residencia, almacén y carpintería, y que ha sufrido un cierto deterioro con el tiempo debido a su falta de uso.
Sin embargo, los informes técnicos indican que mantiene un estado razonable de conservación, permitiendo su recuperación y puesta en valor.
El edificio, propiedad de la Diputación de Burgos, se encuentra junto a la Casa del Parque de Montes Obarenes y cuenta con una superficie total de 1.920 m² distribuidos en tres plantas. La reforma prevista respetará la estructura original, adaptándola a las necesidades modernas sin perder su carácter patrimonial. La intervención contempla la creación de un espacio multifuncional que incluirá zonas de descanso, cocina, recepción, comedor, cafetería, salas de reunión y habitaciones.
El futuro albergue tendrá capacidad para 66 personas distribuidas en diferentes tipos de alojamiento. En la planta superior del ala este, que cuenta con tres plantas, se ubicarán 10 habitaciones tipo apartamento capaces de alojar a cuatro o seis personas, además de habitaciones individuales.
La planta baja se dedicará a servicios comunes y áreas de atención al visitante.
Por otro lado, el ala oeste del edificio será utilizada para habitaciones compartidas, con capacidad para entre 4 y 24 personas, todas equipadas con literas, sumando un total de 54 plazas.
Este diseño busca ofrecer opciones para diferentes perfiles de viajeros, desde grupos organizados hasta familias y turistas individuales.
Este proyecto no solo responde a la conservación del patrimonio arquitectónico, sino que también apuesta por la sostenibilidad y el aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
La rehabilitación forma parte de una estrategia más amplia que incluye la recuperación de otros recursos en la provincia, como la Casa del Parque, antigua vaqueriza del complejo, que ya ha sido restaurada y puesta en valor.
El complejo de San Salvador de Oña es uno de los ejemplos más destacados del patrimonio de Burgos, con un valor histórico que se remonta al siglo XVIII.
La localidad, además, es conocida por su paisaje en el Parque Natural Montes Obarenes – San Zadornil, que atrae a numerosos visitantes cada año. La combinación de su patrimonio cultural y natural hace de Oña un destino de primer nivel en la región.
La rehabilitación del antiguo noviciado se enmarca en el Plan de Infraestructuras Turísticas Singulares en Áreas Naturales Protegidas, que busca impulsar iniciativas que contribuyan a la economía local y a la conservación del entorno.
La inversión, que será financiada en parte por fondos europeos del programa FEDER, refleja el compromiso de la Junta con el desarrollo sostenible y la promoción del turismo ecológico y cultural en Castilla y León.
Este proyecto, además, se alinea con la historia de Oña, que desde la Edad Media ha sido un importante centro religioso y cultural en la región. La región de Burgos, conocida por su patrimonio medieval y su riqueza natural, continúa reforzando su oferta turística con inversiones en infraestructuras que respetan y valoran su historia y su paisaje.
Se espera que, una vez finalizadas las obras, el albergue se convierta en un referente para turistas nacionales e internacionales que desean conocer la historia, la naturaleza y las tradiciones de Burgos, promoviendo así un desarrollo equilibrado y respetuoso con el entorno.