Salamanca acoge unas jornadas centradas en la prevención y control de enfermedades transmitidas por garrapatas y mosquitos, con participación de expertos nacionales e internacionales y un enfoque en la protección de la salud pública.

En un esfuerzo por hacer frente al incremento de las enfermedades transmitidas por artrópodos, Salamanca ha sido escenario de unas jornadas especializadas en la prevención, vigilancia y control de patologías causadas por garrapatas y mosquitos.

Estas jornadas, que se han celebrado en la ciudad a mediados de mayo de 2025, reúnen a profesionales sanitarios, investigadores, representantes institucionales y ciudadanía interesada en conocer las últimas estrategias para reducir riesgos y mejorar la salud pública.

Las enfermedades transmitidas por vectores, como garrapatas y mosquitos, representan en la actualidad más del 17 % del total de patologías infecciosas a nivel mundial, una cifra que evidencia la necesidad de adoptar medidas efectivas y sostenibles.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado en ocasiones anteriores sobre el aumento de estas enfermedades, tales como la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, la fiebre del Nilo Occidental y la enfermedad de Lyme, que en las últimas décadas han escalado en su incidencia, incluso en países europeos.

Castilla y León, una de las regiones más extensas de España, ha tomado medidas pioneras para responder a esta problemática. La Junta de Castilla y León ha desarrollado un sistema de información sanitaria específico que permite identificar con precisión las especies de garrapatas que representan mayor riesgo, así como los patógenos que portan.

Este sistema, que combina técnicas moleculares avanzadas en el laboratorio de salud pública de Salamanca, ha permitido consolidar a la provincia como referente en vigilancia epidemiológica y control de vectores.

Además, la comunidad autónoma ha puesto en marcha campañas de formación y sensibilización dirigidas tanto a profesionales sanitarios como a la ciudadanía.

Los talleres realizados en el marco de estas jornadas han abordado temas como las técnicas correctas para la extracción de garrapatas, la identificación de diferentes especies y los riesgos asociados a sus picaduras.

En estos talleres también participan escolares, como los 64 alumnos del colegio San Estanislao de Kostka, quienes aprenden desde pequeños a reconocer los vectores y comprender la importancia de las medidas preventivas.

La iniciativa forma parte del enfoque “Una Sola Salud” (One Health), que busca integrar la salud humana, animal y ambiental para afrontar de manera integral los desafíos de las enfermedades vectoriales.

La inversión en sistemas de vigilancia y control ha sido significativa. Solo en 2025, la Junta ha destinado fondos equivalentes a aproximadamente 1,200.000 euros para fortalecer la infraestructura de laboratorio, mejorar los mapas de distribución de vectores y desarrollar estrategias de control en las zonas de mayor riesgo.

Estos mapas permiten identificar áreas donde la presencia de garrapatas y mosquitos es más intensa, facilitando así la implementación de medidas preventivas focalizadas.

La colaboración internacional también es un pilar fundamental en esta iniciativa. La Comisión Europea participa activamente, aportando recursos y conocimientos en materia de control vectorial, además de promover la cooperación entre países para hacer frente a las amenazas emergentes.

En el aspecto preventivo, los expertos recomiendan el uso de ropa adecuada, repelentes y revisiones frecuentes tras paseos en zonas forestales o parques naturales.

La correcta extracción de garrapatas, que evita la introducción de patógenos en el organismo, es clave para reducir el riesgo de enfermedades.

El evento en Salamanca ha incluido también conferencias y talleres especializados para profesionales, así como actividades educativas en centros escolares.

La finalidad es promover una cultura de prevención desde edades tempranas y fortalecer la respuesta sanitaria ante posibles brotes.

En el contexto histórico, es importante recordar que las enfermedades transmitidas por artrópodos no son nuevas. Desde el siglo XIX, la fiebre del Nilo Occidental, por ejemplo, ha sido un problema en varias regiones del mundo, y en Europa su presencia ha ido en aumento en las últimas décadas, en parte debido al cambio climático y a la expansión de hábitats adecuados para los vectores.

Castilla y León continúa apostando por una estrategia integral que combina la vigilancia activa, la investigación y la educación. La finalidad última es proteger a la población frente a estas amenazas invisibles pero potencialmente peligrosas, adaptándose a los cambios y desafíos que plantea la emergencia de nuevas enfermedades vectoriales en un mundo en constante transformación.