La consejera de Agricultura de Castilla y León inaugura un centro pionero para la conservación y divulgación de razas bovinas autóctonas, fortaleciendo la biodiversidad y promoviendo el turismo rural.

El pasado viernes, la Junta de Castilla y León dio un paso importante en la protección y promoción de las razas autóctonas de bovinos en la península ibérica, con la inauguración del primer centro de interpretación dedicado a estas especies en la región.

La iniciativa, conocida como Bos Taurozos, se encuentra en Villargarcía de Campos, en la provincia de Valladolid, y ha sido puesta en marcha por los empresarios ganaderos Carlos y Alicia del Amo.

Este centro, que ocupa más de 55.000 metros cuadrados en un entorno privilegiado de los Montes Torozos, representa una apuesta significativa por la biodiversidad y el patrimonio ganadero ibérico.

La región, famosa por su riqueza en biodiversidad, alberga aproximadamente el 70% de las razas bovinas presentes en Europa, muchas de ellas en peligro de extinción.

La iniciativa busca no solo conservar estas razas, sino también divulgar su valor mediante actividades de turismo rural como senderismo, rutas a caballo y cicloturismo, fomentando así un modelo de desarrollo sostenible.

La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, resaltó que esta acción refleja el compromiso de jóvenes emprendedores que decidieron integrar su pasión por la agricultura con la conservación del patrimonio genético.

Según sus palabras, “es una muestra clara de cómo el esfuerzo individual puede contribuir a proteger la biodiversidad y fortalecer el turismo en zonas rurales”.

El centro alberga actualmente 31 razas autóctonas, muchas de ellas en peligro de extinción, como la Sayaguesa, la Alistana-Sanabresa, la Serrana Negra y la Mantequera Leonesa, entre otras.

La iniciativa también supone un impulso para la educación y sensibilización de la población sobre la importancia de mantener viva la diversidad genética en la ganadería.

Por otro lado, la Junta de Castilla y León mantiene su apoyo económico a estas razas mediante una línea de ayudas, con un presupuesto total de aproximadamente 1,8 millones de euros (equivalente a 1,6 millones de euros en moneda local), destinada a los ganaderos y asociaciones que trabajan en la inscripción y conservación de ejemplares en los libros genealógicos.

La ayuda, que finaliza el próximo viernes, está orientada a subvencionar gastos que oscilan entre 15 y 300 euros por animal, con un tope máximo de 5.400 euros por beneficiario.

Además, la administración regional respalda a las organizaciones que trabajan en la protección de razas en peligro, con un fondo de 225.000 euros (equivalente a 200.000 euros en euros actuales), cofinanciado con fondos nacionales, para la gestión de programas de mejora genética y conservación de bancos de germoplasma.

Supuestamente, en el ámbito técnico, el Centro de Selección y Reproducción Animal (CENSYRA) en León, desempeña un papel fundamental en estas labores, produciendo dosis seminales de bovinos y ovinos, recogiendo embriones y conservando razas en peligro de extinción, como la Serrana Negra y la Mantequera Leonesa.

Este banco de germoplasma se ha convertido en un referente para la preservación de la biodiversidad ganadera en la región.

En definitiva, la creación de Bos Taurozos y el respaldo económico y técnico de la Junta de Castilla y León representan un compromiso firme con la conservación del patrimonio genético del ganado autóctono, promoviendo tanto la biodiversidad como el turismo sostenible en una de las regiones con mayor riqueza natural de la península ibérica, consolidando así un modelo de desarrollo que combina tradición, conservación y economía.