La ciudad de Buenos Aires inicia un plan innovador con la puesta en marcha de su primera línea de buses completamente eléctricos, buscando reducir emisiones y mejorar la experiencia del transporte público.
Buenos Aires da un paso importante hacia la modernización de su sistema de transporte público con la inauguración de su primera línea de buses eléctricos, una iniciativa que busca promover una movilidad más sustentable y amigable con el medio ambiente.
Desde mañana, los ciudadanos podrán disfrutar de un servicio innovador que conecta el Parque Lezama con la Plaza San Martín, atravesando barrios emblemáticos como Retiro, San Nicolás, Monserrat, San Telmo y La Boca.
Este proyecto forma parte de una estrategia más amplia del gobierno porteño para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, en línea con las metas internacionales sobre cambio climático.
La introducción de vehículos eléctricos en el transporte público no solo implica una reducción significativa en la contaminación atmosférica, sino también una disminución del ruido en las calles, beneficiando a quienes viven y trabajan en zonas urbanas densamente pobladas.
La flota inicial consta de doce colectivos medianos, de aproximadamente 7 metros de largo y capacidad para 30 pasajeros, de los cuales 13 pueden viajar sentados.
Estos vehículos tienen una autonomía de 170 kilómetros con una sola carga completa y alcanzan una velocidad máxima de 60 km por hora, condiciones similares a las de los buses tradicionales.
Cada unidad está equipada con cámaras de seguridad, sensores de conteo de pasajeros y un sistema de códigos QR que permite a los usuarios consultar en tiempo real la llegada del próximo colectivo.
La ruta comprende un circuito de 36 paradas, distribuidas aproximadamente cada tres cuadras, cubriendo un recorrido de 7,3 kilómetros en el sentido de ida y 5 kilómetros en el de regreso.
Se estima que más de 500.000 pasajeros podrán beneficiarse anualmente de este servicio, que además será accesible para personas con movilidad reducida, ya que los colectivos son de piso bajo.
El recorrido comienza en el cruce de la avenida Elvira Rawson de Dellepiane y la avenida Brasil, siguiendo por avenidas principales como Paseo Colón, Juan de Garay, Martín García y Belgrano, hasta llegar a Juncal en su tramo final.
La vuelta se realiza en sentido inverso, garantizando una conectividad eficiente entre diferentes zonas de la ciudad.
Este proyecto no solo busca reducir la huella ecológica, sino también ofrecer un transporte más seguro y cómodo. El servicio será operado por la empresa Transportes Atlántida durante los próximos dos años, y en sus primeros meses de funcionamiento será gratuito para incentivar su uso.
El ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartúa, destacó que “el Gobierno de la Ciudad inicia un ambicioso plan de descarbonización con una oferta económica accesible, promoviendo alternativas de movilidad que mejoran la calidad de vida y protegen el ambiente”.
Además, adelantó que en 2026 se incorporarán dos líneas de TramBus, una especie de tranvía sin vías ni catenarias, que conectará la zona sur con los barrios del norte, complementando así la red de transporte eléctrica.
El uso de buses eléctricos en Buenos Aires tiene un costo de aproximadamente 2.500 euros por unidad, una inversión que se espera se amortice en pocos años gracias a los ahorros en combustible y mantenimiento. La iniciativa forma parte de una tendencia global, donde ciudades como Oslo, Copenhague y Medellín ya han adoptado sistemas similares, demostrando que la electromovilidad es una pieza clave para ciudades más limpias y sostenibles.
En conclusión, la puesta en marcha de esta línea de buses eléctricos representa un cambio significativo en la política de movilidad de Buenos Aires.
Con una infraestructura moderna, vehículos accesibles y un compromiso con el medio ambiente, la ciudad busca convertirse en un referente en transporte sustentable en la región, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.