La ciudad de Zaragoza acoge a 22 niños saharauis en el programa 'Vacaciones en Paz', que busca mejorar su salud, fomentar la integración y sensibilizar a la población aragonesa sobre la realidad del pueblo saharaui. La iniciativa cuenta con una inversión de aproximadamente 26,000 euros y refuerza los lazos de solidaridad con los refugiados en Tindouf.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha dado la bienvenida oficial a un grupo de 22 niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, Argelia, que durante este verano participarán en el programa conocido como 'Vacaciones en Paz'.

Estos menores, en su mayoría entre 8 y 10 años, han llegado a la ciudad hace tres días y permanecerán con sus familias de acogida hasta finales de agosto, en un esfuerzo conjunto que busca ofrecerles un respiro de las duras condiciones que enfrentan en los campamentos.

Supuestamente, estos niños llegaron con algunos retrasos debido a problemas con sus visados que, finalmente, se resolvieron gracias a gestiones de las organizaciones implicadas.

La iniciativa, que cuenta con la colaboración de varias asociaciones como Arapaz-MPDL Aragón, Umdraiga, Alouda y Lestfta, está financiada con una partida de aproximadamente 26,000 euros, aportada por el Ayuntamiento de Zaragoza y destinada a mejorar la calidad de vida de los menores, además de sensibilizar a la población local sobre la situación del pueblo saharaui.

El consejero de Presidencia, Relaciones Institucionales y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén, fue el encargado de recibir a los niños en el Ayuntamiento.

En su discurso, afirmó: 'Vais a sentir que España es vuestra segunda casa, aquí vais a crear lazos que recordaréis siempre'. Además, destacó que Zaragoza siempre ha sido una ciudad solidaria y que esta iniciativa refuerza esa tradición. Acompañado por otros representantes municipales como Alfonso Mendoza y Blanca Solans, Lorén subrayó que esta experiencia también es una oportunidad para que las familias de acogida establezcan vínculos afectivos duraderos.

Durante su estancia, los niños serán sometidos a revisiones médicas, dado que en su estado actual sufren patologías relacionadas con la vista y el oído, consecuencia de las precarias condiciones de alimentación y vida en los campamentos.

Supuestamente, uno de los objetivos principales del programa es mejorar su salud mediante una adecuada alimentación y atención sanitaria. Además, los menores tienen la oportunidad de aprender español, ya que este idioma es el segundo oficial en las escuelas de los campamentos, lo que facilitará su integración y su desarrollo personal.

Esta iniciativa también cumple una función educativa y de sensibilización para la población aragonesa. Se busca que los residentes conozcan de cerca la realidad del pueblo saharaui, fomentando la empatía y el compromiso social. La elección de las familias de acogida se realiza a partir de marzo, mediante campañas de difusión en asociaciones vecinales, medios de comunicación y eventos informativos.

Se priorizan familias con niños de edades similares y que dispongan de tiempo suficiente para atender a los menores.

Supuestamente, la colaboración con las organizaciones empezó en 1995 y desde entonces, el Ayuntamiento de Zaragoza ha financiado más de 100 proyectos con un total superior a 3.600.000 euros. Estos fondos se han destinado a mejorar aspectos básicos como el abastecimiento de agua, la salud, la educación y la seguridad alimentaria en los campamentos de Tindouf.

Además, se han realizado campañas de sensibilización en Zaragoza para mantener vivo el interés y el compromiso con la causa saharaui.

En definitiva, esta iniciativa no solo representa una oportunidad para que los niños vivan un verano diferente, sino que también refuerza los lazos de solidaridad entre Aragón y el pueblo saharaui, promoviendo la salud, la educación y la empatía en una de las regiones más olvidadas del mundo.