El Ayuntamiento de Zaragoza inicia un exhaustivo plan de inspección en 277 inmuebles de la zona de Zamoray y Pignatelli, con el fin de mejorar la seguridad y el mantenimiento de los edificios históricos.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha un Plan Especial de Inspección de Edificios que abarcará la zona de Zamoray, Pignatelli y el Casco Histórico, con el objetivo de evaluar la conservación y seguridad de 277 inmuebles.

Esta iniciativa fue anunciada por el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, quien destacó la importancia de garantizar la estabilidad de estos edificios y de eliminar, en la medida de lo posible, cualquier estado de inseguridad que puedan presentar en la actualidad.

Durante un periodo de 30 semanas, aproximadamente siete meses, se llevarán a cabo un total de 230 visitas de inspección, con un ritmo de dos inspecciones por técnico cada semana.

Para ello, el equipo de inspección estará compuesto por 4 arquitectos técnicos, 2 arquitectos, así como personal jurídico y administrativo del Servicio de Inspección Urbanística del Ayuntamiento.

Las inspecciones comenzarán por las manzanas que abarcan las calles Agustina de Aragón, Mariano Cerezo, Escopetería, la glorieta José Aznárez y la calle Mayoral, donde se encuentran 38 de los inmuebles a analizar.

Posteriormente, se revisarán los otros trece sectores restantes que suman un total de 277 edificios.

Por ley, los propietarios de los inmuebles son responsables de llevar a cabo las obras necesarias para el adecuado mantenimiento y seguridad de sus edificios.

La Inspección Técnica de Edificios (ITE) es una obligación que deben realizar cada 50 años, y posteriormente cada 10 años. Sin embargo, es fundamental que los propietarios mantengan un seguimiento constante del estado de sus inmuebles, teniendo en cuenta que cada edificación tiene características particulares que pueden influir en su conservación.

Dada la antigüedad de muchos de los edificios en el área de Zamoray-Pignatelli, así como las condiciones socioeconómicas de la zona y las preocupaciones expresadas por colectivos vecinales y grupos políticos, el Ayuntamiento ha decidido llevar a cabo este exhaustivo plan de inspección.

"En la ciudad existen áreas como Zamoray-Pignatelli que enfrentan problemas sociales y una evidente falta de atención por parte de algunos propietarios, lo que representa un riesgo para los ciudadanos, tanto para los que residen en esos edificios como para los viandantes", afirmó Serrano.

Los técnicos han realizado un exhaustivo trabajo de clasificación y revisión del estado actual de los inmuebles, lo cual servirá como base para el desarrollo de estas inspecciones.

Al finalizar las visitas, se generarán informes que reflejarán el estado de cada edificio, incluyendo las incidencias detectadas. Estos informes serán enviados a los propietarios, quienes estarán obligados a llevar a cabo las reparaciones necesarias.

Además, se prestará atención al estado de los solares en la misma área, ya que la falta de mantenimiento puede afectar no solo a los edificios aledaños, sino también al bienestar público y a la seguridad de las personas.

El modelo administrativo para los informes incluirá datos sobre la ubicación, características del inmueble, condiciones de salubridad y seguridad, entre otros aspectos.

El compromiso del Ayuntamiento con la zona de Pignatelli ha sido destacado por Serrano, quien recordó que anteriormente no existía una estrategia clara para abordar estos problemas.

En los últimos tres años, se han invertido casi 40 millones de euros en la zona, lo que incluye obras en la vía pública y la creación de viviendas.

"El camino es largo y se requieren esfuerzos continuos para mejorar esta área", concluyó Serrano. Con este plan, Zaragoza busca no solo garantizar la seguridad de sus edificios históricos, sino también revitalizar y dar vida a sus barrios más antiguos.