El futuro estadio de Zaragoza se prepara para albergar partidos del Mundial 2030, certificándose con el prestigioso sello BREEAM ES por su enfoque sostenible y responsable en construcción y gestión ambiental.
Mientras avanzan los trabajos en las instalaciones del antiguo estadio de Zaragoza, la sociedad Nueva Romareda S.L. también se encuentra en pleno proceso de garantizar que la futura instalación cumpla con los más altos estándares en sostenibilidad. Para que el Ibercaja Romareda pueda ser una de las sedes que alberguen partidos del Mundial 2030, la dirección ha optado por obtener la certificación internacional BREEAM ES, un sello que acredita la sostenibilidad en el diseño y construcción de edificios.
La elección de este reconocimiento no es casual. El sello BREEAM ES goza de una reputación internacional consolidada, siendo reconocido por su rigurosidad y su capacidad de adaptarse a la normativa y al mercado nacional.
Además, su experiencia en la certificación de estadios de fútbol en diferentes países europeos ha sido clave para que la sociedad promotora lo valore como la mejor opción.
Entre los aspectos que se han tenido en cuenta para seleccionarlo destacan la eficiencia energética, el uso responsable del agua, la gestión adecuada de los residuos, así como la mejora de la conectividad del entorno, la reducción de la contaminación y la promoción de la biodiversidad.
Supuestamente, uno de los grandes beneficios de obtener esta certificación es la reducción significativa de los costos operativos y de mantenimiento a largo plazo, además de promover una gestión responsable durante todo el proceso constructivo.
En la primera fase de las obras, se ha logrado valorizar más del 95% de los residuos generados, lo que refleja un compromiso con la economía circular y el cuidado del medio ambiente.
Además, se ha establecido una relación sólida con la comunidad local, informando en todo momento sobre los avances y facilitando canales de comunicación accesibles a todos los interesados.
Las características principales que han permitido que el estadio Ibercaja Romareda alcance la categoría 'EXCELENTE' en la certificación BREEAM ES incluyen varias innovaciones y buenas prácticas.
Para empezar, en cuanto al ahorro energético, el diseño del edificio ha sido adaptado para reducir el consumo mediante un aislamiento térmico avanzado, aprovechamiento de protecciones solares y sistemas de geotermia abierta conectados a un anillo de condensación.
También se cuenta con ventilación controlada por sensores de CO2, bombas de calor de alta eficiencia, monitorización en tiempo real del consumo energético y paneles fotovoltaicos instalados en el propio estadio, que generan un excedente energético anual de aproximadamente 70 MWh, superando así la demanda del estadio.
En materia de ahorro hídrico, se ha logrado reducir el uso de agua en un 45% respecto a edificios similares, mediante la instalación de aparatos sanitarios eficientes, detección de fugas y la reutilización del agua de drenaje del césped para el riego, una práctica que ayuda a reducir el consumo de agua potable.
Supuestamente, también se ha llevado a cabo un proceso de diseño integrado y prácticas de construcción responsables, minimizando los impactos tanto en la comunidad cercana como en el medio ambiente.
Se ha monitorizado el impacto en las zonas de obra, controlando el consumo de energía, agua y combustibles. La mejora de la biodiversidad en el entorno es otra de las prioridades, con la plantación de especies autóctonas de bajo consumo hídrico en la cubierta vegetal de casi 1.000 metros cuadrados, que se estima absorberá unas 4 toneladas de CO2 cada año.
Además, se ha implementado un plan de movilidad que promueve el uso de bicicletas, con instalaciones específicas y una reducción en el número de plazas de estacionamiento, incluyendo espacios para vehículos eléctricos.
El acceso seguro se ha priorizado mediante la creación de carriles bici y peatonalizaciones en las áreas cercanas. En cuanto a la calidad del aire interior, se han utilizado materiales con bajo contenido en compuestos orgánicos volátiles y sensores de CO2 que garantizan un ambiente saludable para los asistentes.
Supuestamente, en materia de climatización, se emplean refrigerantes ecológicos como el R290, que no generan emisiones de NOx ni dañan la capa de ozono, eliminando así la contaminación por gases refrigerantes tradicionales.
Por último, en términos de gestión de residuos, se han valorizado aproximadamente 11.700 toneladas en las fases de construcción, logrando más del 95% de valorización de los residuos de demolición y obra. También se ha reutilizado más de 9.000 asientos desmontados, distribuidos entre diferentes clubes de la región, promoviendo una segunda vida para estos recursos.
En definitiva, el estadio Ibercaja Romareda y sus características sostenibles no solo lo convierten en un referente en el ámbito del deporte y la construcción ecológica, sino que también servirán como ejemplo para futuras infraestructuras en Zaragoza y en toda la región de Aragón.
La obtención del certificado BREEAM ES en categoría 'EXCELENTE' garantiza que las instalaciones serán eficientes, responsables y respetuosas con el medio ambiente, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y bienestar social que persigue la ciudad en su desarrollo futuro.