El 23 de julio de 2024, el Pleno del Ayuntamiento de #Valencia aprobó, con un notable apoyo de 28 de los 32 concejales presentes, la modificación definitiva de la ATE del Valencia CF, incluyendo las fichas urbanísticas que regulan la construcción del Nou Mestalla.
Esta decisión fue respaldada mayoritariamente por los grupos del Partido Popular, Compromís y el PSPV-PSOE, mientras que Vox se opuso a la medida.
El concejal de Urbanismo, Juan Giner, destacó la importancia del consenso y la seguridad jurídica que brinda esta aprobación, asegurando que actúa en beneficio del interés general de la ciudad.
Giner afirmó que "hoy es un día clave en el que estamos decidiendo desde un lugar de cordura por lo mejor para Valencia". Esta iniciativa establece condiciones vinculantes que el club deberá cumplir para llevar a cabo el desarrollo del nuevo estadio.
Según el acuerdo, cualquier violación de las obligaciones relacionadas con la construcción resultará en severas penalizaciones. Esto incluye la realización de una auditoría externa para verificar los costos asociados con el estadio, asegurando que no haya nuevos incumplimientos que podrían paralizar nuevamente las obras.
En caso de que el #Valencia CF no cumpla con los plazos establecidos, se le requerirá un aval del 100% de los costos de las obras restantes.
El debate en el Pleno estuvo marcado por los descontentos de la oposición. La portavoz de Compromís, Papi Robles, criticó la operación y la decisión de construir un nuevo estadio, recordando que esta cuestión se originó en 2005 bajo condiciones que, a su juicio, solo beneficiaron intereses urbanísticos privados.
Según Robles, el enfoque actual debería priorizar los intereses de la ciudad y del club, insistiendo en que la auditoría proyectada en otoño evaluará los costos reales del estadio.
Por su parte, el portavoz del grupo socialista, Borja Sanjuán, expresó su preocupación de que la iniciativa llegara en un momento crítico, coincidiendo con la próxima recisión de derechos urbanísticos del presidente del club, Peter Lim.
Sanjuán subrayó que el acuerdo es una medida necesaria para evitar que el club disfrute de beneficios sin cumplir sus obligaciones, describiendo la situación actual como "una opción entre lo malo y lo peor".
Argumentando que las fichas que se estaban aprobando fueron elaboradas por el gobierno anterior y que la situación actual de Valencia
El concejal de Vox, Juanma Badenas, justificó su voto en contra, argumentando que las fichas que se estaban aprobando fueron elaboradas por el gobierno anterior y que la situación actual de Valencia, tras perder la sede del Mundial 2030, no justificaba una aprobación apresurada.
Giner, en respuesta a las críticas, enfatizó que su administración ha logrado establecer reglas claras y firmes para asegurar que el Valencia CF no opere sin supervisión.
Resaltó la importancia de que el acuerdo aprobado mantiene los derechos urbanísticos del club bajo condiciones estrictas de cumplimiento que protegerán el interés de la ciudad y sus ciudadanos.
El acuerdo no solo contempla la construcción del nuevo estadio, sino también otras mejoras, incluyendo la instalación de cubiertas fotovoltaicas, un aforo de 70,000 espectadores y la preservación de restos arqueológicos.
El concejal concluyó su discurso enfatizando que la prudencia de la ciudad es esencial para garantizar la viabilidad del club y proteger los intereses de los valencianos.
