Corea del Sur aún no decide si permitirá a Google transferir datos de mapas de alta precisión al extranjero
El gobierno surcoreano evaluará hasta agosto si autoriza a Google a trasladar datos de mapas de alta resolución, en medio de debates sobre seguridad nacional y soberanía digital. La decisión será tomada por un comité especializado que revisa las solicitudes de la tecnológica estadounidense, que busca mejorar sus servicios de mapas en el país.
Seúl, 11 de mayo de 2024 — El gobierno de #Corea del Sur se encuentra en una fase decisiva respecto a la posible autorización para que #Google transfiera datos de mapas de alta precisión fuera del país.
La decisión, que se espera tomar en agosto, ha generado intensos debates en torno a temas de seguridad nacional, #soberanía digital y comercio internacional.
La tecnológica estadounidense presentó en febrero una solicitud ante el Instituto Nacional de Información Geográfica, solicitando permiso para transferir datos cartográficos a escala 1:5.000 a centros de datos en el extranjero.
Este proceso de revisión, llevado a cabo por un panel dedicado, evalúa si la transferencia cumple con las estrictas normativas del país. La autoridad tiene un plazo de 60 días para comunicar el resultado tras la recepción de la solicitud, aunque este período puede extenderse otros 60 días, excluyendo días festivos.
Dado que en junio se celebró una elección presidencial, la revisión se extendió y se espera que la decisión definitiva se tome antes del 11 de agosto.
Este asunto no es nuevo. En 2007 y 2016, Google intentó realizar transferencias similares, pero en ambos casos las autoridades surcoreanas rechazaron las solicitudes por motivos de seguridad.
La preocupación principal radicaba en la posible exposición de bases militares y otras instalaciones sensibles a través de los mapas de alta resolución.
Google ofrece mapas en Corea del Sur utilizando datos de menor resolución
Actualmente, Google ofrece mapas en Corea del Sur utilizando datos de menor resolución, a escala 1:25.000, combinados con imágenes satelitales y aéreas, lo que limita la calidad de los servicios en comparación con otros proveedores nacionales. La compañía ha solicitado en esta ocasión que, en caso de aprobarse la transferencia, se implementen medidas de privacidad como el difuminado de sitios sensibles y la protección de datos en servidores locales.
El gobierno, por su parte, ha mostrado cautela. En 2016, propuso condiciones estrictas para la transferencia, como el enmascaramiento de ubicaciones críticas y el alojamiento de los datos en servidores nacionales, propuestas que Google rechazó por considerar que limitaban la utilidad de los datos.
A pesar de ello, Google ha mostrado disposición a cumplir con las medidas de seguridad, solicitando además los datos de coordenadas de instalaciones sensibles para reforzar la protección.
Sin embargo, esta petición ha generado inquietudes entre las agencias de seguridad del país, que temen que la transferencia pueda comprometer la seguridad de instalaciones militares y otras infraestructuras estratégicas.
Este caso refleja la tensión entre la innovación tecnológica y la protección de la soberanía digital, un tema que ha cobrado relevancia en muchas naciones en los últimos años.
Desde la implementación de políticas de protección de datos en Europa con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), hasta las disputas sobre la transferencia de datos en Estados Unidos y China, la discusión sobre quién controla la información y cómo se protege sigue siendo central en el ámbito internacional.
Corea del Sur, con su avanzado sector tecnológico y una economía altamente digitalizada, se encuentra en una encrucijada similar. La decisión que tome en los próximos meses será crucial para definir cómo las grandes empresas tecnológicas podrán operar en el país y qué medidas de seguridad se implementarán para proteger la infraestructura nacional en un entorno cada vez más digitalizado.