El clásico mono de Ikea en Toronto ya tiene 13 años y su vida en el santuario está en su capacidad máxima

Hace 13 años, Darwin, un mono macaco japonés, logró escapar de un estacionamiento de Ikea en Toronto, una historia que se convirtió en viral en su momento.

Desde entonces, ha sido cuidado en el Santuario de Primates Storybook, situado en Sunderland, Ontario, el único en su tipo en Canadá dedicado a la protección y rehabilitación de #primates en situación de riesgo.

Darwin fue encontrado de bebé en 2012, vistiendo un pañal y un abrigo de vellón, en un incidente que llamó la atención de la opinión pública y de las autoridades.

Los animales que terminan en cautiverio por razones noéticas, como el comercio ilegal, a menudo enfrentan condiciones precarias y un futuro incierto. La historia de Darwin, en particular, refleja el creciente problema del comercio ilegal de animales exóticos, que en países como Canadá, aún carecen de regulaciones estrictas a nivel provincial respecto a su tenencia.

Actualmente, Darwin tiene 13 años y vive en el santuario con otras especies, incluyendo lemures y otros monos. La directora ejecutiva de la organización, Daina Liepa, comenta que Darwin disfruta de actividades simples, como balancearse en su columpio interior y comer uvas, que le ayudan en su bienestar.

Aunque es algo reservado, Liepa indica que Darwin está en buena salud y adaptado a su entorno, aunque su historia de vida ha marcado su carácter, volviéndolo más tímido y cauteloso con las personas.

El santuario, que en total alberga a 24 primates, ha alcanzado su máxima capacidad debido a la constante llegada de animales rescatados, muchas veces de zoológicos, laboratorios o el mercado clandestino.

La sobrepoblación ha obligado al santuario a rechazar nuevos animales en varias ocasiones, marcando un problema grave en la protección de estos seres vulnerables.

Según Liepa, el santuario está desarrollando una campaña de recaudación de fondos de alrededor de un millón de euros para ampliar sus instalaciones y atender a más primates en espera de ayuda.

El comercio ilegal de #animales exóticos representa un grave problema mundial y regional

El comercio ilegal de animales exóticos representa un grave problema mundial y regional. En Canadá, a pesar de las leyes municipales que prohíben la tenencia de especies exóticas sin permisos específicos, la regulación a nivel provincial aún es débil, lo que facilita la proliferación del tráfico ilegal.

Se estima que cientos de miles de primates, aves y reptiles han sido traficados en el país, y la falta de leyes estrictas fomenta la compra de estos animales como mascotas, a pesar de las advertencias de los expertos.

Organizaciones como Animal Justice han criticado duramente la falta de regulación, exigiendo una ley provincial que imponga restricciones severas a la posesión y reproducción de animales exóticos.

La preocupación crece ante la posibilidad de que muchos animales lleguen a los #santuarios en mal estado, requerir atención médica urgente y, en muchos casos, no sobrevivir debido a las condiciones previas a su rescate.

Desde el santuario, Liepa lamenta que los animales no hayan solicitado ser capturados y que muchas veces terminan pagando con sus vidas el comercio ilegal.

Ella enfatiza la importancia de crear conciencia y de fortalecer las legislaciones para proteger a estos seres, además de promover alternativas éticas y responsables para la tenencia de mascotas.

Mientras tanto, en Toronto, el caso de Darwin sigue siendo un testimonio de la necesidad de una mayor protección y regulación de los animales exóticos.

La historia de Darwin no solo evidencia las consecuencias del comercio ilegal, sino que también nos recuerda que estos animales merecen un refugio digno y el respeto por sus derechos básicos.

La organización continúa luchando por ampliar las instalaciones y sensibilizar a la población sobre la problemática del tráfico ilegal, que en muchos casos termina en sacrificios innecesarios y vidas truncadas.